El que tiene el volante a la mano
se cree el todo poderoso, es por eso que
las reglas y las norman las infringen y nadie dice ni hace nada.
Salud en Casa.- Ante las últimas muertes
ocasionadas por choferes irresponsables que han teñido de sangre las calles, es
necesario estar atentos a la personalidad psicopática que presentan ciertos conductores
de transporte público y privado con el fin de evitar más fallecimientos, alertó
el Dr. Víctor Alcázar Mendoza, médico psiquiatra del Portal Salud en Casa.
“La conducta de estas personas y
ante las evidencias de sus acciones y actitudes es necesario resaltar que son
características del comportamiento
delictivo. La clasificación internacional de enfermedades describe este tipo de
alteración de la personalidad como psicopatía, cabe señalar que no todos los
conductores presentan este problema de personalidad”.
Según el especialista algunos de los rasgos son la cruel despreocupación por los
sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía. Actitud marcada y
persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y
obligaciones sociales. Muy baja tolerancia a la frustración, dando incluso
lugar a un comportamiento violento. Incapacidad para sentir culpa y para
aprender de la experiencia, en particular del castigo y una marcada predisposición
a culpar a los demás, e incluso puede presentarse también irritabilidad
persistente”.
“Es importante señalar que estos trastornos no limitan la
consciencia ni la capacidad de juicio (no son enfermedades mentales que generen
inconsciencia de los actos), son personas que son responsables de sus actos y
pueden discernir adecuadamente entre el bien y el mal, de lo legal e ilegal,
sin embargo están acostumbrados a no respetar las normas, anteponer sus
necesidades, no respetar el derechos de los demás, ser agresivo ante cualquier
situación así como considerar su comportamiento como “normal”.
Accionar a sangre fría
Por su parte la
psicoterapeuta del Portal Salud en Casa, Eva Caballero Jiménez, la excusa es la
mejor arma del ser humano para justificar lo que hace, somos una cultura del
"ES QUE" es que yo no sabía", " es que no vi",
"es que al carro se le vaciaron los frenos" "es que me chocaron" etc . ”Hay
decadencia de la utilización de los valores que ahí están pero no lo utilizan,
de manera implícita se aboga más por los derechos que por los deberes”.
“El que tiene el volante a la mano se cree el todo poderoso , es por eso que las reglas y
las norman las infringen y nadie dice ni hace nada, ya que su gran recompensa
es de volver a las calles otra vez sin que les pase nada. Estamos en una
sociedad frívola, donde se vive el
momento”.
De acuerdo a la experta, es necesario controlar los estados
de fatiga y sueño, las distracciones y
la falta de atención e imprudencia, son factores habituales que aumentan la
probabilidad de que ocurra un accidente, dado que con frecuencia, implican la
realización de maniobras peligrosas. “Es un hecho constatado que la existencia
en el conductor de estados emocionales intensos, puede desembocar en patrones
de conducción totalmente inadecuados que incrementan considerablemente el riesgo de accidente.
“Una persona que experimenta un fuerte estado emocional de
ira, ansiedad o euforia, presenta serios déficit atencionales, que dificultan
la ejecución en una tarea compleja, como es la conducción. Por ejemplo, la ansiedad o el miedo que
experimenta un conductor, le afecta
al proceso de percepción visual: reduce el campo visual y dificulta la identificación
de las señales y otros estímulos de la vía. Y, por
último cerrar filas en cuanto a sanciones se refieran, porque si estos choferes
encuentran por donde salir librados lo van hacer y lo seguirán haciendo, para
ellos no tiene que haber ninguna salida”, agregó.
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