Alerta. Maquillador Carlos Cacho denunció que trabajadores tendrían los 'pulmones perforados' por estar expuestos al formaldehído. EsSalud anuncia campaña de concientización.
Renato Arana Conde
La República.- Una denuncia ha puesto sobre el tapete las graves consecuencias del uso indebido de sustancias para el laciado permanente de cabello. Ayer el maquillador Carlos Cacho aseguró en su cuenta de Twitter que unos 15 estilistas se encuentran internados en el hospital Rebagliati por manipular formaldehído, la misma sustancia utilizada para la preservación de cadáveres.
"¡Quince estilistas internados con los pulmones destrozados por culpa del químico del laciado! Formaldehído es el veneno!", publicó Cacho.
Como se sabe, muchos de estos productos contienen formaldehído (prohibido en muchos países por sus efectos cancerígenos), el cual deja el pelo liso, brilloso y sedoso durante seis meses, prescindiendo de la 'plancha' y uso del secador a diario.
Al respecto, Cacho aclaró que todos los productos para el laciado contienen formaldehído: "Que le cambien el nombre no interesa, porque todos lo tienen y te perforan los pulmones". Por tanto, recomendó que ese procedimiento tiene que realizarse con una mascarilla de carbono y al aire libre.
Sin embargo, a las pocas horas, la presidenta ejecutiva de EsSalud, Virginia Baffigo, negó la existencia de estos quince casos y solo redujo la cifra a uno. “El servicio de neumología del Rebagliati reporta solo el caso de una persona que ejerce la cosmetología que llegó con un problema infeccioso agudo, sin mayor trascendencia", aclaró Baffigo. No obstante, anunció que se iniciará una campaña para concientizar a los estilistas en el adecuado manejo de estos productos.
Existen otras opciones para el laciado –como explica el estilista Oscar Vargas– a base de queratina, cuyo precio oscila entre los 300 y 500 soles.
"Algunos interesados creen que solo se les va a cobrar de 150 a 200 soles por laciado, pero esos tratamientos sí son con formol que viene en galoneras", cuenta Vargas.
Consecuencias fatales
Para la neumóloga del Minsa Doris La Chira, la alta concentración de formaldehído inmediatamente provoca la irritación de los ojos y luego la degeneración del aparato respiratorio de modo irreversible.
"Si su exposición es inmediata también puede producir fibrosis pulmonar, destruir los alveolos y desencadenar una crisis asmática. En la piel puede desencadenar una dermatitis", añade La Chira.
Asimismo, recomendó que por ningún motivo se recurra al formaldehído para el laciado de cabello por más que tanto el cliente como el estilista lleven mascarillas y que incluso realicen el procedimiento en un lugar ventilado, como sugirió Cacho.
"Definitivamente, no se debe aplicar sobre el cuerpo, así el cabello sea un tejido muerto. Tenemos el cuero cabelludo que es la puerta de entrada para muchas sustancias... y si estas tienen contacto con el cuerpo lo va a irritar y hacer que el cabello se caiga", explica la neumóloga.
Amoniaco: mal extra
Otro punto: de acuerdo con el químico farmacéutico Miller Montejo, lo dañino es la presencia de amoniaco en estos productos cuyo fin es la neutralización de las proteínas que conforman el cabello humano. "Por la naturaleza del amonio cuaternario que contienen, pueden producir cáncer a la piel, a los pulmones o hasta un cáncer raro a la lengua y hasta laringitis o asma", advierte Montejo.
Para manipular estos químicos, explica, se requiere entrenamiento por más que se realice en un salón de belleza, y no se puede poner de excusa el precio de las mascarillas para gas que deben usarse. "Una mascarilla 3M cuesta entre 30 y 50 soles y el filtro de gases puede durar hasta seis meses, así que es algo accesible para todos", añade.
Prohibido en Estados Unidos
En 2011, el gobierno de Estados Unidos emitió una advertencia sobre el formaldehído (formol), que es cancerígeno y se encuentra en alisadores de cabello, esmalte de uñas, el enchapado, la madera aglomerada y los depósitos de cadáveres.
Según informó The New York Times en su momento, la publicación de este informe se postergó unos cuatro años por la intensa presión de la industria química.
Tanto la legislación brasileña como la argentina permiten el uso de formol en productos cosméticos en concentraciones bajísimas, pero solo en endurecedores de uñas.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasileña (Anvisa) indica que hay casos de caída de cabello “en función del uso de formol”.
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