Humala inauguró hospital sin terminar y con deficiencias

Pacientes se quejan de fallas en la construcción del nosocomio de Essalud. Presidente dio curiosa respuesta al ser consultado

 

El Comercio.pe.- Con obras aún no terminadas, máquinas todavía empaquetadas, ambientes vacíos y por implementar, deficiencias en su construcción, falta de personal y sin haber sido entregado aún a Essalud. En esas condiciones, el presidente Ollanta Humala inauguró el pasado 25 de abril el Hospital II de Tarapoto, que costó unos 60 millones de soles al seguro social.

 

En un informe del programa “Panorama”, el mismo director de Essalud Tarapoto reconoció que el citado nosocomio, que se espera beneficie hasta a 160 mil familias, no debió inaugurarse.

 

“Todos estamos tratando de solucionar los problemas que hay todos los días. Por eso, entre broma y broma, yo ya le había cambiado de nombre a la Red Tarapoto, ya le había puesto Baldor, porque puro problema“, dijo el director de la Red Asistencial de Tarapoto, Juan Ruiz Soto. Este apuntó que todo estaría listo recién en julio, pese a que la obra debería de haber sido entregada por la empresa

constructora Incot hace un año.

 

Pese a la situación, médicos ya realizan cirugías de vesícula, apéndice, entre otras. Pero el material quirúrgico tiene que ser esterilizado en otro local, ya que las instalaciones y las máquinas de esterilizaciones aún no funcionan.

 

Incluso los pacientes se quejan por la deficiente ventilación y lo bajo del techo, considerando que es una zona calurosa. Además este es recto, cuando debería de ser en caída por las fuertes lluvias que caen.

 

Llamó la atención además que se haya presentado un tomógrafo que todavía no funciona. Pero ante las cámaras del referido dominical y olvidando que tenía el micro activado, el director del hospital ordenó a su personal aparentar el funcionamiento de la máquina.

 

CURIOSA RESPUESTA
El día de la inauguración, un periodista le preguntó a Humala Tasso: “Presidente, ¿tiene conocimiento de las deficiencias del hospital?”. La curiosa y desinteresada respuesta del mandatario simplemente fue: “Vamos a ver la placa, oe”.