Por: I. Medina
Diario Trome.- En amenaza latente se han convertido los ‘juegos de azar’ en tragamonedas, casinos y otros, ya que se vuelven una enfermedad (ludopatía), hacen perder el control y pueden llevar a la muerte.
“El ludópata tiene reiterados episodios de juegos en los tragamonedas, casinos, bingo, billar u otros que dominan su vida en perjuicio de sus valores, obligaciones familiares, laborales, sociales y materiales”, dijo a Trome el psiquiatra Martín Nizama, especialista del Instituto Nacional de Salud Mental.
Algunos dicen ‘juego por probar’, ‘porque me relaja’ y, aunque siempre pierden, aumenta el deseo de jugar o apostar porque se vuelve una adicción y es como la droga (necesita jugar o no está tranquilo). No le importa dejar su dinero, endeudarse, empeñar objetos, robar, no comer ni dormir y esto los lleva a la ruina, violencia, divorcio, homicidio y suicidio por deudas.
Detrás de esta adicción hay impulsividad y vacíos de afectividad. El juego actúa como ‘escape’ y la posibilidad de recuperar lo perdido refuerza el juego. “Es como un suicidio dulce”, dice Nizama porque si gana, es feliz; si pierde, se desespera y llega a situaciones extremas.
Además, al jugar hay taquicardia y el choque emocional de perder fuertes sumas puede causar un infarto. La ludopatía no debe minimizarse como ‘un vicio’, ni dejarse de lado por el ‘qué dirán’. La familia debe reconocer si su familiar es víctima de este mal y buscar ayuda con un psicólogo o psiquiatra.
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