Es importante examinar nuestra piel para observar si aparecen lunares o pecas, en especial si está expuesta al sol sin protección.
Alberto Lachos Dávila,
Médico radioncólogo de AUNA y del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas.
Suplemento Domingo.- No todos los lunares son cancerosos, pero los lunares existentes pueden cambiar el carácter y convertirse en precancerosos. Por ello, es importante autoexaminarse periódicamente, cada uno o dos meses. Para un correcto examen de la piel, observe atentamente su cuerpo, con los brazos en alto, de frente y de lado, ante un espejo grande y con luz suficiente.
Examínese detalladamente antebrazos, brazos y piernas por todos lados. Examínese las palmas y las plantas de los pies. No olvide mirar entre los dedos de los pies y las manos. Con un espejo o con ayuda de alguien, revise cuello, cuero cabelludo, la parte posterior de la espalda, así como nalgas y genitales. Si observa la aparición de alguna lesión o cambios en un lunar, consulte con su médico.
Si va a la playa o piensa exponerse al sol, lo primero que debe hacer es acudir a un médico especialista para determinar si es una lesión peligrosa y debe proceder a su tratamiento. No se exponga directamente a los rayos solares entre las 10 a.m. y 3 p.m. Use protector solar con SPF de acuerdo al tipo de piel y sombreros de ala ancha para protegerse.
Tenga cuidado con los productos de belleza que le aseguran quitar las manchas de la piel ya que, muchas veces, quitar las manchas implica exfoliar la piel. Luego, en una posterior exposición al sol con la piel exfoliada, las capas internas de la piel –que son las más sensibles–, quedarán expuestas. Tenga en cuenta también, que no se recomienda realizar estos procedimientos en épocas de verano.
Hay varias características específicas que pueden ser signos de un cáncer de piel. Se recomienda seguir la regla de ABCDE para determinar si los lunares pueden significar cáncer de piel: revise la asimetría, cada mitad del lunar, como si una línea imaginaria estuviera dibujada en medio. Si el lunar no es uniforme, hágalo examinar. Si los bordes no están bien definidos, también pueden indicar un cáncer de piel.
Otros factores a tener en cuenta son el color, sobre todo si hay falta de uniformidad en la tonalidad; y el diámetro, ya que los lunares u otras lesiones de la piel que son más grandes que el borrador de un lápiz, deben ser probados para determinar que no son cáncer de piel. Tenga en cuenta la evolución del lunar y si este cambia de forma, tamaño o color en el tiempo. Otros signos son el escozor y la ulceración del lunar sangrado.
Tenga en cuenta
Los tatuajes pueden afectar a personas con pieles sensibles. Puede generarse alergia a los tintes, infecciones, reacciones queloides, entre otros. problemas.
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