Ø Del total de personas que sufren de
enfermedades renales, hasta el 45% son diabéticos. Junto con los hipertensos
son los que más padecen de los riñones debido a un mal control.
Salud en Casa.- Helard Manrique Hurtado y Hugo Arbañil Huamán, dos de los
más renombrados endocrinólogos en el Perú, nos alertan que entre el 45% y el
50% de sus pacientes con enfermedades renales son diabéticos y
recomiendan que se debe inculcar en la población una filosofía de prevención y
al mismo tiempo promover hábitos de alimentación sanos para evitar que estos
males sean letales.
Si bien no existen estadísticas
nacionales, solo hospitalarias, los diabéticos con problemas a los riñones van
en aumento.
En experiencia del doctor Helard
Manrique Hurtado, presidente de la Sociedad Peruana de Endocrinología, director del Centro de
Investigación en Diabetes, Obesidad y Nutrición (CIDON), y médico endocrinólogo
del Hospital Loayza, el 80% personas que sufre de una enfermedad renal tiene
diabetes y/o hipertensión arterial.
“Del total de personas que sufren
de enfermedades renales, hasta el 45% son diabéticos. Junto con los hipertensos
son los que más padecen de los riñones debido a un mal control. Necesitan de
una dieta sin azucares y consultar con su endocrinólogo para evaluar la
cantidad de proteínas, sal, vegetales y el tipo de carbohidratos que pueden
comer”, apunta Manrique Hurtado.
“El 50% de pacientes que se
dializa sufre de diabetes”
El doctor Hugo Arbañil, jefe de
Endocrinología del Hospital 2 de mayo, también tiene cifras alarmantes: “En el
hospital 2 de Mayo, el 50% de pacientes que
se dializa sufre de diabetes y el costo por paciente se habría triplicado en
los últimos 5 años. Por lo menos el 20%
de diabéticos presenta algún grado de daño renal”.
Asimismo, el galeno señala: “La
diabetes y la hipertensión arterial son las enfermedades más importantes que
conducen a la insuficiencia renal. Ambas coexisten, ya que el 60% de diabéticos
son hipertensos. La prevención es muy importante. Hay que controlar lo mejor
posible la glucosa, el colesterol, los triglicéridos para evitar llegar a la
diabetes y luego a la insuficiencia renal”.
Prevención a partir de los 40 años y si sufre de obesidad a partir
de los 20
¿Cuál es la solución para evitar que los diabéticos sufran de una
enfermedad renal crónica?
“Los hábitos alimenticios son
fundamentales. Somos lo que comemos por eso debemos saber ¿Qué comemos? ¿Cuánto
comemos? ¿Cuándo comemos? Aparte de una adecuada alimentación, hay que insistir
en el tema de la prevención a partir de los 40 años y si sufre de obesidad a
partir de los 20”, recomienda el doctor Manrique.
La enfermedad renal es un enemigo
silencioso ya que muchas veces no presenta síntomas hasta una etapa muy avanzada.
En los diabéticos, se presentan edemas en las piernas, orinas espumosas,
cansancio por anemia y debilidad general, la piel adquiere un tono de color
terroso. Los factores de riesgo a identificar para evitar la diabetes y
posteriormente no sufrir de problemas renales son: conocer los antecedentes
familiares en primer grado (padres), la obesidad y el sedentarismo, la
presencia de hipertensión arterial, Dislipidemia (colesterol y/o triglicéridos
altos).
“Se recomienda realizar al menos
30 minutos de ejercicio físico al día, una alimentación sana y lo más natural posible. El contenido
calórico de la dieta debe ser 50% carbohidratos, 20% proteínas y 30% de grasas, de estas
principalmente grasas mono y poliinsaturadas (aceituna, pescados de carne
negra…), apunta el doctor Arbañil.
Nuevo tratamiento y la importancia de los riñones
Existen muchos tratamiento para
controlar la diabetes, pero año pasado se presentó un fármaco para tratar la
diabetes tipo 2 en adultos que permite que se elimine la glucosa a través de la
orina y se controlen otros factores de riesgo como el sobrepeso y la
hipertensión.
Este medicamento actúa bloqueando
la reabsorción de la glucosa a través del riñón y aumenta la eliminación de
ésta a través de la orina. Los riñones desempeñan un papel clave a la hora de
mantener el equilibrio de los niveles de glucosa en la sangre.
La glucosa es
filtrada desde la sangre a los riñones, y gran parte es reabsorbida de nuevo al
flujo sanguíneo. Dicha reabsorción se realiza mayoritariamente a través del
transportador sodio-glucosa tipo 2. De ahí la importancia de este nuevo fármaco
que actúa de forma selectiva inhibiendo este trasportador. Resultado de ello es
que se favorece la pérdida de glucosa a través de la orina, consiguiéndose una
reducción de los niveles de azúcar en los diabéticos tipo 2.
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