Enfermedad silenciosa. Son un millón de diagnosticados con este mal en el Perú y se sabe que por cada persona hay otra que lo sufre. Si tiene malos hábitos alimenticios y sobrepeso evalúese con un médico; enfrentar esta enfermedad es más difícil en un país sin plan integral de prevención y con gastos 8 veces mayores a los de un paciente común.
Renato Arana Conde.
Diario La República.- Apenas días después de haber cumplido 24 años de edad, el periodista televisivo José Mariño fue enfrentado en un hospital de Lima a escoger una de estas opciones:decidirse por un estilo de vida más saludable o perder la vista o terminar con un pie amputado en el mejor de los casos. Cinco días antes, no tenía ni idea de que el cansancio inexplicable, las ganas continuas de orinar y un hambre voraz a cada hora del día eran síntomas de un mal que lo acompañaría de por vida: la diabetes.
Al igual que Mariño, más de un millón de peruanos sufren los males de la diabetes. Y lo más seguro es que el número de enfermos supere esta cifra si se observa la experiencia en otros países donde se concluye que por cada persona diagnosticada con este mal existe otra que desconoce su condición de diabético.
Veinticinco años después de recibir la desagradable noticia de un médico, José Mariño recuerda que la enfermedad se le manifestó en Arequipa cuando efectuaba un reportaje en el Cañón del Colca. Él lo atribuyó a los malestares relacionados con el soroche, sin sospechar que eran los primeros signos de la diabetes.
"En mi caso la diabetes se desencadenó por estrés laboral y también por antecedentes familiares", explica. Su nivel de glucosa llegó, en aquel entonces, a 800 miligramos por decilitro de sangre cuando lo permitido es de 60 a 120.
A Mariño le tomó cierto tiempo aceptar que la diabetes pudiera imponerse a su juventud y sus hábitos deportivos. Ahora es claro que 7 de cada 100 peruanos que tienen 25 años o más la sufren. Solo en Lima 9 de cada cien limeños la padecen.
Y si en años anteriores el mayor número de diagnosticados se concentraba en la capital y en Piura, ahora los casos aumentaron en forma alarmante en el nororiente del país, en Ica y en Arequipa.
La viceministra de Prestaciones y Aseguramiento del Ministerio de Salud (Minsa), Paulina Giusti, alerta que la diabetes es la "sexta causa de carga de enfermedad en el país" y la primera en adultos entre los 45 y 69 años de edad.
Para el doctor Segundo Seclén, ex presidente de la Sociedad Peruana de Endocrinología, se trata de la pandemia del siglo XXI y señala que esta "amenaza silenciosa" se debe a un proceso masivo de obesidad en el que se encuentra la población.
"La Encuesta Demográfica y de Salud del 2013 demostró que el 53% de nuestra población, especialmente mujeres, tiene rangos de sobrepeso y obesidad, mientras que los niños de 5 a 9 años un 13%, lo que los vuelve sujetos de riesgo para desarrollar diabetes", advierte. Cualquier señal de acumulación de grasa abdominal es motivo de preocupación pues denota una alimentación basada en grasas saturadas, azúcares simples y calorías excesivas.
REPERCUSIÓN ECONÓMICA
Cuenta José Mariño que tratar su enfermedad le cuesta entre 400 y 500 nuevos soles mensuales, lo que incluye las tiras reactivas para medir la glucosa en su sangre, las dosis de insulina y las jeringas importadas de los Estados Unidos (que no laceran la piel a diferencia de las colombianas). El periodista realiza su tratamiento en una clínica privada ya que por su ritmo laboral no puede esperar las fechas que le establece el sistema de salud del Estado.
La doctora Laura Aurich, oncóloga del laboratorio Boehringer Ingelheim, indica que en el mejor de los escenarios (pacientes que hayan contado con las mejores condiciones de previsión a su mal), el costo anual de un paciente diabético peruano en promedio es de 523 dólares (más de 1600 soles), según un estudio de la Federación Internacional de Diabetes. ¿Esta cifra es asumida por el Estado? "En realidad, casi el 86% es costeado por el mismo individuo –aclara Aurich–. Mientras más complicaciones, más gastos tendrá".
En el peor de los casos, si es que, por descuido, el paciente sufre una amputación por pie diabético, pierde la vista producto de la retinopatía; y si tiene que someterse a sesiones de diálisis por insuficiencia renal, la persona se convierte en un individuo laboralmente no productivo, asegura Jorge Calderón, ex presidente de la Asociación Peruana de Diabetes.
"Y lo peor es que la mayoría de las personas con diabetes en el Perú tiene de 45 a 65 años, una edad en la que aún pueden producir", lamenta Calderón.
En los últimos años se diagnostica diabetes a más jóvenes, un sector significativo de la población económicamente activa, advierte Segundo Seclén: "La diabetes está quitando a la economía un porcentaje importante de gente que va a aportar al desarrollo del país.Unos 50 mil podrían sufrir la amputación de uno de sus miembros inferiores, o el 20 % de ellos tendrá complicaciones oculares que derivarán en pérdida de la visión".
En Latinoamérica, el Perú es el país que menos invierte en Salud Pública con solo el 5,1% de su Producto Bruto Interno, y es superado por Venezuela, Guatemala, Ecuador, República Dominicana y Chile.
Esta mínima inversión en salud, señalan los expertos, tiene como consecuencia que este mal se encarezca, que los gastos de un enfermo de diabetes sean 8 veces más elevados que los de un paciente común.
Solo para dar un ejemplo, los pacientes con pie diabético se hospitalizan durante un mes para su recuperación tras una amputación, por lo que el Estado peruano debe desembolsar entre 15 y 20 mil soles y las sesiones de rehabilitación que cuestan 300 soles mensuales, sin contar gastos de transporte especial para el afectado.
"El 10% del presupuesto de EsSalud se lo llevan los pacientes que están en hemodiálisis y son cifras que pueden ser prevenibles", indica la doctora Laura Aurich.
HAY QUE EDUCAR
Al ver los elevados gastos que traen las complicaciones de la diabetes, los especialistas lamentaron que el Estado no tenga políticas integrales para la prevención de la diabetes, pese a que el Minsa cuenta con la Estrategia Sanitaria de Prevención y Control de Daños No Transmisibles.
Paulina Giusti, del Minsa, detalla que gracias a esta estrategia se viene promoviendo estilos de vida beneficiosos en las escuelas con la implementación de quioscos saludables y que a la fecha ya se incluye a 1,339 colegios de todo el país.
"Es interesante como iniciativa –dice Jorge Calderón, el ex presidente de la Asociación Peruana de Diabetes–, pero los niños salen del colegio y afuera compran salchipapas, gaseosas y ahí la escuela no tiene injerencia. Y eso es porque no hay un plan macro de prevención. Antes, el Ministerio de Educación daba tres horas de educación física, ahora solo una. Se debe actuar desde ahora porque el 23% de los niños de primaria y secundaria tienen obesidad y ya el 1% de ellos tiene diabetes".
Jorge Calderón agrega que otra opción sería implementar políticas de prevención y capacitación del personal de salud para que eduquen a los pacientes y puedan detectar también la enfermedad, tempranamente, en personas de alto riesgo, como la asociación que preside ha realizado en Cusco, Chiclayo, Cusco y Arequipa.
Señala que esta experiencia se ha dado en países escandinavos, donde se han realizado estrategias junto con las municipalidades para incentivar la alimentación saludable, que se promueva la actividad física y que las empresas no den como incentivos productos 'chatarra'.
"Esto se ha dado en Finlandia y se logró reducir la tasa de infartos y solo con compromiso político", afirma.
Mientras tanto, se estima que se reportarán, en el país, un millón de casos nuevos en los próximos diez años y la cifra podría aumentar si no se afronta adecuadamente este mal.
Vivir con la diabetes sin morir en el intento: "Comida saludable y evaluarse el pie dos veces al año"
-"Vivir con diabetes no significa que solo se deba comer verduras y tomar agua", aclara el endocrinólogo Lizardo Torres de la Liga Peruana contra la Diabetes.
-Una comida saludable, recomienda, debe tener la mitad del plato (50%) con verduras frescas, mientras que la otra mitad se debe repartir entre carbohidratos (25%) como arroz o papa. El resto (25%) con una porción de carne de pollo o pescado sancochado, a la plancha .
-Tanto en el desayuno como en la cena se puede comer un pan integral, quinua o leche descremada, acompañada de jamón, aceituna o una clara de huevo sancochada.
-Horas después del desayuno vale comer una fruta para no sentir demasiada hambre a la hora del almuerzo.
-Se debe evitar el consumo de grasas, jugos, dulces o gaseosas, indica Torres.
-También hay que realizarse dos veces al año una evaluación del pie por el peligro de la pérdida de sensibilidad. Recomienda usar calzado holgado y se descarta el que termine en punta o en tacos. Torres recomienda comprar zapatos por la tarde porque a esa hora el pie se hincha.
¿Y EL ESTRÉS?
Lizardo Torres también aclaró que no existe la 'diabetes emotiva' y que es el estrés el que desencadena las manifestaciones de la diabetes que ya existía desde antes en el paciente.
Señaló que, en casos de estrés, se recomienda la práctica de yoga o taichí o, en casos más severos de ansiedad, la intervención de un psiquiatra para tratamiento con fármacos.
CIFRAS MORTALES
383
millones de personas en el mundo sufren de diabetes y la cifra aumentará a 592 millones para el año 2035.
7,650
peruanos fallecieron por esta enfermedad en 2013 y en el mundo se perdieron 51 millones de vidas.
60%
será el aumento de casos de este mal en América central y del Sur dentro de los siguientes 20 años.
2
personas mueren cada doce segundos en el mundo a causa de la diabetes.
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