1. BUSCA ACTIVIDADES FUERA DE CASA.
Si bien sentir incertidumbre, soledad y melancolía cuando los hijos se marchan es natural, la psicóloga Sarela Quiroz recomienda buscar actividades y círculos sociales para atenuar estos sentimientos y adaptarse poco a poco a su nueva vida. De lo contrario, la tristeza se convertirá en depresión y se requerirá ayuda profesional para superarla. Deportes, talleres artísticos, viajes y estudios son buenas opciones para tener una vida que vaya mucho más allá de la crianza, señala la experta.
Si bien sentir incertidumbre, soledad y melancolía cuando los hijos se marchan es natural, la psicóloga Sarela Quiroz recomienda buscar actividades y círculos sociales para atenuar estos sentimientos y adaptarse poco a poco a su nueva vida. De lo contrario, la tristeza se convertirá en depresión y se requerirá ayuda profesional para superarla. Deportes, talleres artísticos, viajes y estudios son buenas opciones para tener una vida que vaya mucho más allá de la crianza, señala la experta.
2. MANTÉN CONTACTO.
Aunque tus hijos ya no vivan en casa, es bueno coordinar y establecer momentos en los que la familia se reúna de forma periódica en el hogar. Asimismo, las llamadas por teléfono o los mensajes de texto de forma periódica también son muy útiles para la comunicación.
Aunque tus hijos ya no vivan en casa, es bueno coordinar y establecer momentos en los que la familia se reúna de forma periódica en el hogar. Asimismo, las llamadas por teléfono o los mensajes de texto de forma periódica también son muy útiles para la comunicación.
3. HAZ VIDA EN PAREJA.
Los padres deben ver este proceso como algo positivo, porque, cuando los hijos ya no están bajo su cuidado, se dispone de más tiempo para realizar aquellas actividades que quedaron relegadas. En este periodo de transición es recomendable reconectarse como pareja para apoyarse mutuamente en esta nueva etapa. Este es el momento de reforzar tu relación, de realizar aquellas actividades que habías postergado y hasta ampliar tu círculo social.
Los padres deben ver este proceso como algo positivo, porque, cuando los hijos ya no están bajo su cuidado, se dispone de más tiempo para realizar aquellas actividades que quedaron relegadas. En este periodo de transición es recomendable reconectarse como pareja para apoyarse mutuamente en esta nueva etapa. Este es el momento de reforzar tu relación, de realizar aquellas actividades que habías postergado y hasta ampliar tu círculo social.
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