Para frenar la contaminación. Medida cautelar presentada por empresa permitirá que tome posesión del predio desde donde se emiten aguas residuales que contaminan mar de Lurín. Trabajos de recuperación durarán mínimo hasta diciembre.
Por : Adriana Mayo
Diario La República.- Entre hoy y mañana, Sedapal volvería a tener la posesión del terreno en el que se encuentra la planta de tratamiento de aguas residuales Nuevo Lurín, si la jueza Maldina Saldaña Villavicencio resuelve en favor de la empresa la medida cautelar que facilitaría su reingreso al predio en cuestión.
Según precisó a La República el gerente de asuntos legales de Sedapal, Antonio Angulo, la empresa presentó ayer al Sétimo Juzgado Constitucional el informe técnico ambiental que comprueba el impacto negativo que generan al ecosistema marino y a la salud los vertimientos de desagüe que van a parar a la playa Arica desde el 24 de setiembre, fecha en la que denunciaron la toma del terreno por la Asociación Agropecuaria Súmac Pacha.
"El documento fue ingresado hoy (ayer) a mesa de partes y esperamos que mañana (hoy) la jueza emita el dictamen que nos brinde el auxilio de la fuerza pública para el desalojo y la demolición del muro construido en el ingreso", explicó el funcionario.
Aunque esta decisión podría detener el litigio de estas tierras por un tiempo indeterminado, no suspenderá de manera inmediata el vertimiento diario a esta zona costera de aguas residuales domésticas e industriales equivalentes a casi seis piscinas olímpicas. Todo a pocos meses del verano.
De acuerdo con Sedapal, las más de 200 cargas de desmonte arrojadas por los socios de Súmac Pacha a las cuatro lagunas de oxidación que se encuentran en el predio en mención malograron los equipos de bombeo que permitían llevar las aguas servidas –almacenadas en dichas pozas– a la planta de Tratamiento de Aguas Residuales de San Bartolo, donde finalmente eran procesadas.
"La rehabilitación total nos va a tomar un máximo de cuatro meses. Pero creemos que en menos de dos podemos recuperar una red que tenemos en la zona; solo nos faltaría construir un tramo de 500 metros y poner dos cámaras de bombeo", explicó Angulo.
Esto quiere decir que todo lo que desechen al alcantarillado los vecinos y fábricas de Lurín seguirá yendo al mar hasta fines de diciembre.
Hay que precisar que para Sedapal la superficie en disputa –donde trabajan desde 1996– son terrenos eriazos del Estado cedidos al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento. Sin embargo, para Súmac Pacha, el espacio es de su propiedad y aseguran tener documentos.
Diosdado Navarro, presidente de esta asociación, negó el martes ser un invasor. Pero Sedapal piensa lo contrario.
No es un tema nuevo
Para Augusto Nishimura, gerente de Servicios a la Ciudadanía y Gestión Ambientaldel municipio de Lurín, el problema de contaminación de la playa Arica es un dilema constante, ya que –según refiere– Sedapal vierte, por lo menos una vez al mes, residuos al mar.
"Una semana antes de que Súmac Pacha tome el control de la estación de bombeo, Sedapal hizo una nueva descarga no autorizada, incluso el 27 de mayo se constató junto a la policía ecológica otro rebose. Es algo reiterativo e ilegal", aseguró el funcionario a este diario.
Si bien el representante legal de Sedapal, Antonio Angulo, no negó los vertimientos, enfatizó que la responsabilidad recae en la propia comuna, pues no regula el transporte pesado en sus vías locales. "Las veces que se ha usado esa línea de desfogue fueron como consecuencia de que el municipio (de Lurín) permite que transiten camiones de alto tonelaje por vías que no están preparadas para ello. Cada vez que hemos reparado tubos de desagüe rotos se ha tenido que verter aguas al mar", argumentó.
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