martes, 12 de septiembre de 2017

Para que exista una posibilidad de resocialización, no basta con privar de la libertad a una persona, otros factores juegan un rol fundamental.

RPP Noticias.- En setiembre de 1992, la Policía Nacional presentó a la bailarina Maritza Garrido Lecca vestida con un traje a rayas, entonces gritó a viva voz: ¡Vende patrias! ¡Lo que quieren es matar al presidente Gonzalo! Ella no mostró ningún resquicio de arrepentimiento por haber colaborado con Sendero Luminoso y haber dado asilo en su casa a Abimael Guzmán, cabecilla del grupo terrorista. Tras una condena de 25 años, sale en libertad, pero los peruanos creen que no existe arrepentimiento de su parte. ¿Será posible que un pensamiento e ideología criminal cambie con el encierro?

En términos generales la cárcel puede cambiar la vida, pero la elección es individual. "La prisión te despersonaliza, te convierte en un objeto, en un prisionero que está bajo el dominio del sistema. La individualidad se restringe y se afecta tu forma de ser, actuar y pensar", explica el médico psiquiatra Humberto Castillo.

Pero para que exista una posibilidad de resocialización, no basta con privar de la libertad a una persona, hace falta un régimen disciplinario.Lamentablemente, en el país, el sistema carcelario no se caracteriza por ser un centro que guíe la conversión del interno, al contrario, los expone a una condición de supervivencia, hacinamiento y adaptación a las 'reglas de la sociedad de la prisión', que pueden reafirmar sus identidades y lealtades. 



En ese sentido opina Héctor Jhon Caro, exjefe de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), quien cuestiona la liberación de terroristas. "Los hombres que abandonan estos penales después de largos años, salen más preparados, más leídos, con mejores ganas y con la venganza de lograr su propósito…La experiencia nos ha demostrado que un terrorista nunca deja de serlo, ellos no cambian. Siempre estarán en la vanguardia y en el propósito de buscar la guerra armada”.

El cambio es posible

Con tal de sobrevivir al encarcelamiento, dice Castillo, el preso hace uso de su creatividad y recursos internos. Pero cuando llega el momento de salir libre, le toca la prueba de fuego. "Posiblemente se hayan reforzado las lealtades y el pensamiento ideológico, pero al salir se encontrará con limitaciones para adaptarse, si no tiene un grupo de soporte en la sociedad, tiene situaciones de rechazo y hostilidad, tendrá dificultad para adaptarse", señala el experto en salud mental. 

Es probable que en estas condiciones y ante la frustración del expresidiario,exista una posibilidad de cambio. "Puede ser que dentro de la prisión tenía un grupo, pero al salir puede experimentar rechazo, soledad, resentimiento, y ahí darse cuenta de que su pensamiento no tiene sentido".

De acuerdo al psiquiatra Humberto Castillo, es posible cambiar de ideología."Hay personas fundamentalistas en política que luego se convierten a la religión. El cerebro no distingue creencias políticas o religiosas". 

La posibilidad de cambio depende también de la personalidad de la persona y de cómo se reinserta en la sociedad. 

Lo cierto es que al 2015, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) no tenía registro de liberados por terrorismo que hayan participado en actos subversivos, aunque eso no descarta que lo estén planeando. 

"Hasta el 2021 por lo menos tenemos más de una veintena de integrantes de Sendero Luminoso y del MRTA que podrían salir", señala Pedro Yaranga, experto en temas de terrorismo.

0 comentarios:

Publicar un comentario