Diario La República.- Según Devida, el inicio de esta nociva práctica en nuestro país se da entre los 8 y 11 años de edad. Esta realidad generaría una mayor prevalencia de penosas enfermedades crónicas, como el cáncer, si es que no se erradica lo antes posible, de acuerdo con la clínica Oncosalud.
“Los niños y adolescentes en esta etapa pasan por cambios físicos y emocionales, como el ganar independencia, el fortalecer la autodeterminación y autoconcepto. Uno de los más graves problemas en esta etapa es el consumo de tabaco, lo que constituye un problema cada vez mayor, ya que muchos están empezando a fumar desde edades muy tempranas, por presión social de los amigos o bien porque dentro de su hogar es una práctica diaria o también por curiosidad o por el afán de experimentar sensaciones nuevas.
Esto podría ocasionarles en los próximos años daños importantes a su salud, autoestima y estética así como en su calidad de vida en general. Además, la posibilidad de tener hasta 14 tipos de cánceres”, señaló Marianella Sánchez, psicooncóloga de Oncosalud.
ETAPA EDUCATIVA
Más del 12% de escolares de secundaria fuman y esta cifra se incrementa considerablemente cuando pasan a la etapa universitaria. La especialista menciona que un fortalecimiento en la autoestima y satisfacción con el propio físico así como una adecuada comunicación y normas claras dentro de la familia, el hacer una actividad física y tener una adecuada relación con el colegio hacen que el adolescente se empodere y lo ayuda a llevar una vida saludable y libre de cigarro.
COSTOS ECONÓMICOS Y EN LA PRODUCTIVIDAD
La doctora menciona que un joven que fuma o es fumador pasivo, tiene mayores gastos en salud al tener que tratarse por enfermedades producidas por la constante exposición al humo o por aspirar los químicos liberados por el cigarro en el proceso de combustión. Asimismo, es posible que tenga predisposición a tener malestares de manera más recurrente y esto podría impactar directamente en su productividad laboral, perdiendo más días de trabajo.
De hecho, el Atlas del Tabaco, iniciativa de la American Cancer Society, estima que el Perú perdió 1.653 millones de soles en costos relacionados al tabaco en el último año, que incluyen daños al medio ambiente, al seguro social y a la productividad.
DAÑO COLATERAL
La psicooncóloga de Oncosalud especifica que este monto no incluye los graves daños emocionales producidos a la familia y amigos por enfermedades relacionadas al tabaco, al ser difíciles de cuantificar. Sin embargo, estima que el monto sería alto.
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