Un largo camino. Según el jefe de Cirugía Plástica del Hospital Guillermo Almenara, estudiante Eyvi Ágreda no necesitará cultivos de piel sino autoinjertos. Joven sobreviviente ya habla y pide regresar a su casa.
Por : Jésica León
Diario La República.- Eyvi Ágreda lucha por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Guillermo Almenara. Y esta semana, al despertar y hablar después de 15 días de sedación, ha mostrado toda su fortaleza.
La joven de 22 años está consciente de lo que le pasó. Deja caer algunas lágrimas cuando recuerda la noche en que Carlos Hualpa Vacas la roció con gasolina y le prendió fuego. "Ella llora. Se acuerda cuando iba dormida en el carro y le rociaron algo frío en el cuerpo y luego sintió el fuego", refiere su hermana Sandra.
La familia ha preferido evitar hablar del tema con Eyvi. La presencia de sus hermanos y sus padres y el cariño que le dan es lo que más la fortalece.
En estos primeros días despierta ha pedido ir a casa.
"Me puse a conversar con ella, a darle ánimo... Eyvi quería que le pongan su ropa para ir a la casa. Pero le dije 'hermana, todavía estás delicada. Tienes que tener paciencia para que todo salga bien y pronto te vayas con nosotros'", agrega su hermano James Ágreda.
Procedimiento médico
El jefe de Cirugía Plástica del Hospital Guillermo Almenara, Elmer Perea, descarta que en el caso de Eyvi se vaya aplicar cultivos de piel, técnica que se realiza solo en el Banco de Tejidos del Instituto Nacional del Niño San Borja y que consiste en hacer crecer una muestra de piel en un lapso de 20 días hasta 300 veces su tamaño.
En diálogo con La República, Perea insiste en que no se aplicará el citado procedimiento. Según señala, el mejor camino es el injerto de piel que se realiza desde hace 40 años en el hospital Almenara.
¿En qué consiste?
Eyvi Liset tiene quemaduras en el 60% de su cuerpo: brazos, rostro, espalda, nalgas.
El 40% restante es tejido sano que puede ser aprovechado para el autoinjerto.
El autoinjerto de piel o injerto de piel significa que se tomará piel sana de áreas no afectadas y se utilizará para cubrir las quemaduras.
Las zonas comúnmente empleadas son: muslos, piernas, glúteos, antebrazo. En el caso de Eyvi Liset, la piel se sacará del muslo, en etapas, hasta cubrir el 60% del cuerpo dañado.
¿Cómo?, mediante finos raspados. Y después de diez días se puede retomar la misma zona para seguir raspando y colocando piel.
Hasta la fecha son siete operaciones realizadas a Eyvi. Sin embargo, pueden ser 15 o 20 las que le esperan.
El primer paso ha sido la colocación de piel de cerdo para evitar deshidratación e infecciones en las zonas quemadas.
El tratamiento y recuperación de Eyvi tomará buen tiempo. Y la rehabilitación y el tratamiento psicológico son el último tramo en este proceso.
"Se dice que el paciente, después de 17 años, se restablece psicológicamente. Va a necesitar mucho apoyo", señala Perea.
"No se sabe cuándo saldrá de la UCI; lo hará siempre y cuando esté más estable, bien hidratada, cubierta por antibióticos, bien nutrida; cuando la señorita Eyvi esté injertada va bajar a piso. Este trabajo es multidisciplinario, estamos los cirujanos plásticos, los intensivistas y anestesiólogos. Posteriormente vendrá medicina física y la rehabilitación psicológica".
Sus metas y sueños
Hasta antes de que Carlos Hualpa se cruzara en su camino, Eyviera una chica alegre, hogareña, estudiosa y emprendedora.
Su gran sueño al llegar a Lima hace seis años era convertirse en una profesional y ayudar a su familia. Ella cursaba la carrera de Negocios Internacionales en un instituto y le faltaba un año para terminar. Trabajaba a la vez como cajera en una universidad.
Quería dejar su trabajo para dedicarse a los estudios. No tenía tiempo para el amor. "Ella no quería enamorarse porque quería estudiar, decía si me enamoro no voy a poder concentrarme en mis clases", contó su hermano Samuel.
La familia niega que Eyvi haya recibido dinero de su agresor Carlos Hualpa, "pues ella cuando se disgusta se aleja de las personas que no son de su agrado. Él está mintiendo".
En cifras
90 tentativas de feminicidio y 43 feminicidios se han registrado hasta mayo, informó la Defensoría del Pueblo.
25 años de cárcel es el mínimo para feminicidio leve.
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