lunes, 29 de octubre de 2018

Emblema nacional en peligro de extinción. Aumento de temperatura de la Tierra se suma a otros factores que ponen en riesgo su existencia. Su población se redujo a menos del 5% de lo reportado antes de la llegada de los españoles. Solo una especie está protegida. El próximo mes lanzarán plan para su conservación.

Por : Adriana Mayo

Diario La República.- De la quina, árbol que representa nuestra riqueza vegetal en el escudo nacional, podría quedar solo el recuerdo y su dibujo en uno de nuestros símbolos patrios si es que se sigue depredando y no se implementa una estrategia para su recuperación y conservación.


Pese a que el Perú es considerado como el centro de su diversidad genética, ya que preserva 19 de las 25 especies reportadas en el mundo, hoy esta emblemática planta que curó a millones de enfermos de la mortal malaria el siglo pasado se encuentra en peligro, pues su población se ha visto reducida a una mínima parte de lo que cientos de años atrás narraron los cronistas, advierten investigadores de la Universidad Nacional Agraria La Molina(UNALM).
“Si actualmente comparamos su existencia con lo que había antes de la llegada de los españoles, la población de la quina debe estar reducida a menos del 5% en las áreas que se encuentran fuera de los parques nacionales. Hay un nivel de destrucción enorme que nos preocupa muchísimo”, detalla Carlos Reynel Rodríguez, director de investigación de la facultad de Ciencias Forestales de la UNALM.
De acuerdo con el investigador, la extracción desmesurada de la que fue víctima la quina siglos atrás al conocerse sus poderes medicinales, sumado a la actual degradación de los bosques de neblina (considerado como su hábitat natural) a consecuencia de la agricultura migratoria, la ganadería extensiva, el incremento de las rutas de acceso y la apertura de vías carrozables en zonas alejadas, entre otros, pueden acabar con todo el acervo y “pool genético” de las especies y variedades que hoy existen en el Perú.
Si antes era fácil encontrar los bosques de quina entre los 800 y 2.800 metros sobre el nivel del mar, actualmente sus árboles son muy escasos y en algunas de sus especies estos se reducen a un contado número de individuos. Hay que precisar que para extraer la quinina, componente utilizado de este árbol, se tiene que retirar la corteza de la planta matándola inmediatamente.

“La destrucción se da en todas las variantes del grupo. Solo hay una o dos, de las 19 especies que conserva el Perú, que tiene una población algo considerable. Otras están tan golpeadas que ya no sabemos si existen árboles, pues en las épocas recientes ya no se les ha vuelto a reportar”, añade el especialista.

Pese a la delicada realidad que expone el investigador, el Decreto Supremo 046-2006 que aprueba la categorización de las especies amenazadas de flora silvestre -publicado hace 12 años-, considera dentro de su lista de variedades vulnerables solo a una de las especies de la quina: chinchona calisaya, dejando a libre disposición las otras 18 especies.
“Ha faltado un poco de información en los últimos años. (...) Ahora se está trabajando la actualización de esta lista, pero el sentido de la norma es el aprovechamiento sostenible”, explica a este diario el asesor de la dirección ejecutiva de órganos desconcertados delServicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), Miguel Ocampo Pizarro.

Alto potencial

Su correcta recuperación y sobre todo conservación en el ambiente podría convertir al país en uno de los principales exportadores del alcaloide conocido como quinina.
En la actualidad, las industrias farmacéuticas lo utilizan para fabricar medicamentos que curan la fiebre y tratan la malaria, mientras que las fábricas dedicadas a la elaboración de productos cocteleros la usan para elaborar el agua tónica y el amargo de angostura, este último elemento clave para la preparación del pisco sour, nuestra bebida de bandera.

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