Salud en Casa.- Es esta semana del año un buen momento para
revisar y resaltar la importancia que ha tenido la vacunación en la salud y
desarrollo del ser humano y su ambiente. Es precisamente gracias a ellas que se
ha logrado prevenir millones de muertes
a nivel mundial; y la humanidad ha descansado de terribles epidemias de enfermedades documentadas su historia (como
la viruela y la polio), que le causaron devastación
por mortandad y terribles secuelas (como las deformaciones por viruela o la
parálisis por polio).
Hay que hacer notar por otro lado que enfermedades
como difteria y sarampión están re emergiendo, y esto debido a que parte de la población no se está vacunando. La
baja cobertura de una medida de vacunación, pone en riesgo a toda la nuestra sociedad. Ante ello, el Dr. Juan Echevarría, Infectólogo
de la Clínica Anglo Americana, resalta la importancia de las vacunas en todas
las etapas de la vida, desde niños hasta la tercera edad y comenta sobre algunos de los mitos más comunes que
trae como consecuencia que la población pierda la oportunidad de vacunarse y de
esta manera prevenir enfermedades.
Mitos
·
Se dice que: “Las vacunas no son necesarias ya
que mejores condiciones de higiene y saneamiento evitarán enfermedades – Este mito es Falso.
Ambas son necesarias, tanto las vacunas y como las medidas de higiene. El
lavado de manos por ejemplo previene enfermedades de contacto y uso de
mascarillas previene enfermedades de transmisión aérea como la Influenza. La
aplicación de ambas es necesaria ya que se potencian y complementan en la
prevención de varias enfermedades. Es
necesario que la población se adhiera a ambas medidas de prevención: vacunación
y medidas de Higiene
·
Las
vacunas traen efectos secundarios, puede causar la muerte – El uso de
este comentario genera desinformación y esconde una verdad mayor. Al Realizar actividades cotidianas como beber agua o
comer, una persona se podría atorar y morir, pero no podemos por esto dejar de
hacerlo. Si uno usa
un antibiótico para tratar una meningitis bacteriana podría ocurrir un evento
adverso causarle la muerte, pero si no usamos los antibióticos la meningitis
casi seguro que va a causar la muerte.
Detrás de una vacuna hay cientos de
estudios, que corroboran su eficacia y valoran el riesgo de eventos indeseables.
Los medicamentos cuyo daño excede al beneficio, no son aceptados para su uso.
Las vacunas han demostrado largamente que el beneficio excede al daño. Por otro
lado, si uno comparara en poblaciones como los niños (y aun en el sujeto
individual), el efecto de la vacuna y el de la enfermedad, muy probablemente la
enfermedad largamente dañe más que la vacuna.
Siendo verdadero que puede darse un daño con el uso de una vacuna,
como podría darse un daño ingiriendo un alimento, haciendo, deporte, o usando
un medio de transporte, el uso de las vacunas ha mostrado en exceso que el
beneficio excede al daño y que amerita tomar el riesgo.
·
“Las
enfermedades infantiles no son prevenibles por vacunas” – Falso.
Enfermedades como el sarampión, paperas o rubeola son enfermedades que no sólo
son graves sino que traen consecuencias bastante serias en los niños (como
neumonía, encefalitis y hasta la muerte aun tratándose oportunamente).
Difteria, polio y sarampión son enfermedades que diezmaban a los niños, con
alta mortandad y daño secuelar, gracias a las vacunas prácticamente han
desaparecido en los últimos 50 años.
·
No hay que vacunar al paciente porque está con
fiebre o está con infección en este momento – Falso, es deseable que una persona esté en su mejor
condición para ser vacunada, sin embargo afecciones como infecciones de poca
severidad o riesgo, no aumentan el riesgo de eventos colaterales, ni disminuyen
la eficacia de la vacuna. Postergar la vacunación hace perder una oportunidad y
retrasa una medida que es necesaria. Hay personas conciertas afecciones en las
que debe evitarse cierto tipo de vacunas (en momentos claves), como puede ser
el uso de vacunas vivas en pacientes con falla inmunológica severa, ya que en
ese momento la vacuna le va a generar un riesgo y su eficacia no será la
ideal.
·
No hay que vacunar al niño porque su Madre está
embarazada o dando de lactar - Esta afirmación es falsa para prácticamente todas las vacunas que están en uso
actualmente. La gran mayoría de las vacunas en uso son agentes inertes que no
se reproducen y por ende no pueden
transmitirse.
Las vacunas de generaciones anteriores eran agentes vivos
y podía ocurrir enfermedad por cepas vacunales. A la fecha quedan pocas vacunas
vivas, entre ellas la de fiebre amarilla, que no se transmite de humano a
humano, y las de polio viva y varicela
(en ambos casos la probabilidad de transmisión es baja, y si la madre esta
inmunizada no habría problema). Una mujer en edad reproductiva debe conversar con
su Gineco-Ostetra, sobre cómo trabajar prevención con vacunas para la etapa del
embarazo y post embarazo.
Un beneficio
adicional interesante es que la vacunación de los niños evita enfermedades en
los padres y los abuelos. La vacunación contra la neumonía en niños, disminuyó
la tasa de neumonía en los adultos mayores; Vacunar a los familiares de
personas inmunosuprimidas (por cáncer o uso de terapia inmunosupresora) es una
medida de gran utilidad que ayuda al enfermo en casa.
Con
estas recomendaciones, esperamos que los pacientes y sus familiares tomen
conciencia de lo necesario que es que estén informados sobre los beneficios que
podría brindarles el prevenir enfermedades mediante la vacunación oportuna del
grupo familiar.
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