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Ante este tipo de eventos, es
indispensable recibir atención médica y rehabilitación previa al reinicio de cualquier
actividad deportiva.
Salud en Casa.- Hacia finales del año,
el deseo de ponerse en forma y perder algunos kilos de más con miras al verano motivan
a miles de peruanos a iniciar una rutina de ejercicios. No obstante, sin pautas
para realizarlas óptimamente, el riesgo de lesionar las articulaciones es alto,
lo cual puede derivar en problemas reumáticos prematuramente. Así lo advierten
médicos traumatólogos como el Dr. Yuri Ochoa, del Hospital Dos de Mayo.
“Pasos previos a la actividad
física tan sencillos como el calentamiento y el estiramiento pueden prevenir
notablemente posibles daños articulares. Sin embargo, a menudo la persona hace
ejercicio sin un guía, no sigue las indicaciones de su instructor o se sobre
exige a fin de ver resultados inmediatos. De acuerdo a los estudios más
recientes, más del 40% de personas que sufren estas lesiones llega a desarrollar
osteoartrosis”.
A fin de orientar a quienes
desean ponerse en forma y reducir medidas haciendo ejercicio físico, el Dr.
Ochoa comparte cinco pautas para prevenir posibles lesiones articulares:
1. Informarse sobre la actividad física a
realizar. Conocer cómo debe ser practicado un deporte o ejercicio es vital.
Esto implica conversar con el instructor acerca de la mejor postura,
movimientos y cadencia corporal para obtener un buen desempeño sin ejercer
fricción excesiva del cartílago.
2. Calentar y estirarse antes y después. La
musculatura necesita pasar de un estado de reposo a uno de actividad para soportar
la actividad corporal y no cargársela a las articulaciones. Por eso, es
indispensable dedicar algunos minutos a estirar y calentar el cuerpo antes de
iniciar la actividad y, una vez culminada, cerrar el ciclo estirando.
3. Realizar de 10 a 15 minutos diarios una actividad
física. Un error común que puede estresar las articulaciones es practicar
un deporte un solo día a la semana, intensamente y por más de una hora. Mantener activa la musculatura todos los días evitará
que esta se mantenga rígida o se fatigue cuando el cuerpo exige su máximo
soporte.
4. Acudir
al médico y rehabilitarse ante una lesión. El tratamiento oportuno,
respetando el tiempo de recuperación, evita el desarrollo prematuro de una
osteoartrosis. Pero incluso el aficionado que ya la ha desarrollado y desea
seguir ejercitándose, puede ser rehabilitado a través de terapias multimodales
que incluyan viscosuplementación.
5. Emplear
la indumentaria adecuada. En el caso de practicar un deporte, la vestimenta
y equipo juegan un papel clave tanto el desempeño del practicante como en la
protección de músculos, ligamentos y articulaciones. Cada actividad deportiva
posee su propio tipo de ropa, calzado y elementos protectores que deben ser
utilizados necesariamente.
Si bien la Organización Mundial
de la Salud estima que la osteoartrosis es más frecuente en personas sobre los
60 años, evidencia reciente demuestra que el daño agudo articular, tras una lesión,
puede acelerar el proceso degenerativo del cartílago.
El deterioro de este protector de las articulaciones conduce a dicha
enfermedad, la cual causa mucho dolor a quien la padece y está considerada
entre las 10 más discapacitantes en países en desarrollo como el nuestro.
Finalmente, el Dr. Ochoa subraya que
el ejercicio bien desarrollado es esencial para prevenir problemas articulares causados
por la obesidad: hoy se sabe que al menos 60% de las personas con un índice de
masa muscular mayor a 30 desarrollarán osteoartrosis en algún punto de sus
vidas.
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