jueves, 10 de septiembre de 2020

  • La alimentación de un niño no es la misma que la de un adulto. Es esencial que reciba todos los grupos alimenticios para evitar enfermedades en el corto y largo plazo.  



Salud en Casa.-
Aunque es el COVID-19 el que hoy acapara la atención mundial, es importante recordar que existe un enemigo de los niños que también hizo cuarentena con ellos, haciéndolos más vulnerables a este virus al dañar su sistema inmunológico, que ha continuado atacando y que, hasta el año pasado, afectaba a 2 de cada 5 menores de 3 años en nuestro país: la anemia.  

 

El actual contexto no ha mejorado esta situación: los ingresos familiares se han visto disminuidos, afectando la calidad y cantidad de sus alimentos. A esto se suma que las campañas emprendidas para luchar contra la anemia en el país se han visto detenidas, lo que en conjunto podría aumentar los ya altos índices de esta enfermedad en el país.  


 

Por ello, #TanFuertesComoElHierro, programa de Pacífico de lucha contra la anemia, y Jenny García, nutricionista de SANNA Nutrición a Domicilio, nos recuerdan algunos puntos clave para nutrir mejor a nuestras familias.  





 

¿La mala alimentación se ha incrementado en este contexto? 

Los hábitos alimentarios los heredamos de los padres y familiares con los que vivimos, pero en el contexto de COVID-19, éstos pueden haberse distorsionado, ya sea por la economía familiar, la falta de tiempo para hacer las compras o la ansiedad y el stress que nos llevan a elegir alimentos y/o preparaciones inadecuadas.  


 

“Debemos aprender que los alimentos que más nos ayudan no son necesariamente los más caros y a priorizar aquellos que va a consumir nuestra familia. En la etapa de la niñez es cuando los menores forman sus hábitos alimenticios, que posiblemente seguirán el resto de su vida, por ello la familia debe asumir una dieta equilibrada para formar dicho hábito”, agrega la especialista.  


 

Ahora que pasamos mucho más tiempo en casa: ¿un niño debe comer lo mismo que un adulto? 

“No, ya que los niños están en pleno crecimiento y desarrollo y por ende necesitan de todos los nutrientes para llevar a cabo dicho proceso. Muchas veces nos preocupamos solo por las proteínas y dejamos de lado a las vitaminas y minerales que son del grupo de alimentos más difícil de cubrir. Estos micronutrientes lo encontramos principalmente en frutas y verduras y este es el grupo menos consumido por la población en general”.  


 

¿Cómo afecta la mala alimentación en el desarrollo de un niño? 

 

  • Bajo rendimiento escolar. Los niños necesitan energía para realizar sus actividades, aun cuando lleven clases desde el hogar. Si no se alimentan correctamente estarán cansados y con problemas de concentración, lo que podría derivar en malos resultados escolares. 
  • Deficiencias en el desarrollo. Sonniños que presentarán problemas en el desarrollo mental, crecimiento (baja talla para la edad), en la visión, piel y cabello, entre otros. 
  • Enfermedades a corto y largo plazo El principal efecto de la anemia infantil es la disminución del suministro de oxígeno a los tejidos, lo que puede ocasionar consecuencias agudas y crónicas que van desde un deterioro leve y pasajero hasta un deterioro severo y permanente de su desarrollo mental (cognitivo) y físico (crecimiento). Por ello, el COVID-19 podría ser más grave en un paciente con anemia. 

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