Agencia Andina.- Gracias a una innovadora técnica endoscópica, un paciente diabético se encuentra recuperado luego de que se le retiró un hueso de ave incrustado en el esófago y que lo tuvo 45 días en proceso de recuperación en el Hospital Arzobispo Loayza, informó el Ministerio de Salud (Minsa).
Juan Uber Falcón Ancaya (55) tuvo la mala suerte de atragantarse con un hueso de 4 centímetros mientras almorzaba, sin imaginar que este le ocasionaría una perforación parcial del esófago con infección local.
Al tercer día del accidente, el pasado 29 de agosto, acudió a al establecimiento de salud procedente de Nazca, donde los médicos evitaron que fuera sometido a una cirugía.
Miguel Ángel Chávez Rossell, médico gastroenterólogo de dicho nosocomio, detalló que el paciente fue evaluado por cirugía de emergencia y se le sometió a un estudio radiográfico, a través del cual se confirmó la presencia de un cuerpo extraño en el esófago superior.
Con el estudio radiológico, el doctor Chávez Rossell vio que era viable intentar retirar el hueso mediante una endoscopía digestiva alta, una nueva técnica para la remoción segura de cuerpos extraños impactados en el tubo digestivo alto y que ya ha dado buenos resultados en otros pacientes.
"Ello consiste en colocar un 'CAP' o cilindro plástico transparente en la punta del endoscopio para mejorar la visibilidad y desimpactarlo. Posteriormente, con una pinza, se procede a retirar uno de los bordes incrustados, lo cual permite la extracción del cuerpo extraño”, puntualizó.
Tras el procedimiento, que se realizó el mismo día de su ingreso a Emergencia, don Juan fue hospitalizado durante 7 días y se le colocó una sonda para alimentarlo y facilitar así el cierre progresivo de los orificios y laceraciones provocadas por el hueso.
Además, recibió antibióticos y se le controló la glucosa, logrando la completa recuperación de las lesiones del esófago luego de 45 días. La atención del paciente estuvo a cargo de los servicios de Gastroenterología y Cabeza y Cuello.
Antes de acudir al hospital Loayza, el señor Falcón Ancaya dijo haber buscado ayuda en otros establecimientos de salud ya que el dolor en la zona de la garganta era muy fuerte y la presencia del cuerpo extraño no le permitía hablar, tomar agua o comer.
Por ello, expresó su agradecimiento al hospital Loayza y al doctor Chávez por dar una rápida solución a su problema de salud.
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