viernes, 6 de noviembre de 2020

 Médicos, técnicas y enfermeros son los más expuestos a sufrir daños en el rostro por el uso permanente de mascarillas como medida de protección.



Salud en Casa.-
Las medidas de protección para prevenir el COVID-19, como el uso frecuente de mascarillas por parte de la población y el uso de equipos de protección (EPP) por parte del personal de salud, como guantes, mascarilla, gafas e incluso gorros y trajes especiales, se han convertido en una de las claves para el control de la pandemia, sin embargo, también es causante de problemas dermatológicos.  Según especialistas de EsSalud, señalan que el uso de estos implementos es indispensable, pero al hacerlo de forma prolongada podría ocasionar lesiones e irritaciones en la piel y favorecer la aparición de problemas dermatológicos como la xeorisis, eritema, eczcema seborreico, acné o rosácea, que producen el incremento de casos de dermatitis atópica.


 

Algunos de los factores que pueden agredir la piel son: El sudor bajo las mascarillas, que podría incrementarse con el cambio de temperatura a causa de la primavera, la fricción continua, la presión sobre determinados puntos del rostro como nariz, mejillas, orejas y frente, entre otros. En este sentido, expertos aconsejan extremar el cuidado de la piel para prevenir, prepararla e intentar evitar posibles daños. “La piel debajo de la mascarilla no respira, se ocluye y está húmeda por los vapores de la respiración. Mientras sigamos llevando la mascarilla como medida de prevención aconsejada por las autoridades sanitarias, pueden seguir apareciendo estos efectos secundarios en la piel”, afirma Yolanda Roldán, especialista en dermatología.


 

Sin duda, estos problemas pueden ser más evidentes en el caso de los profesionales de la salud que requieren el uso continuado de elementos de protección. Todo personal que lleve la mascarilla durante ocho horas tendrá más efectos secundarios en la piel que aquellas personas que las utilizan únicamente al salir de casa. Por ello, es importante la limpieza y una hidratación continua, los cuales constituyen los elementos clave para cuidar la piel del rostro ante la utilización continuada de mascarillas. La hidratación debe realizarse de forma rutinaria con ingredientes adaptados al tipo de piel y aplicarse antes de colocarse la mascarilla.




 

Por este motivo, el programa de ayuda internacional “Care Beyond Skin” de NIVEA, consciente de la gran labor de nuestro personal de salud peruano, hizo la entrega de más de 3,400 cremas hidratantes al Hospital Cayetano Heredia. La donación se destinó a casi 600 enfermeros del establecimiento de salud, 630 técnicas y 1923 médicos con el objetivo de contribuir al cuidado de su rostro durante el cumplimiento de sus labores. Esta acción se suma a una reciente entrega de más de cinco toneladas de alcohol en gel a servidores públicos, como miembros de la Fuerzas Armadas, Policía Nacional, entre otros.


 

El uso de cremas hidratantes, acompañado de una correcta limpieza facial antes y después de utilizar mascarillas es fundamental, sobre todo para el personal de salud. Esto ayudará a evitar que las zonas de fricción intensa como el puente nasal y el retroauricular se irriten. Pero, no solo el rostro de médicos y enfermeras sufren daños. A diario ellos también están expuestos a productos desinfectantes como el alcohol, que pueden generar severas lesiones.


 

Se recuerda a la población que es importante cambiar constantemente las mascarillas si son las quirúrgicas, y si son las de algodón lavarlas adecuadamente con jabón y agua caliente para mantenerlas limpias y reemplazarlas cuando ya presenten desgaste.

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