Detonaciones pueden provocar zumbidos, sensación de “pitillo”, sangrado de oído, dolores de cabeza, mareos, alteración del equilibrio y en caso extremo una sordera súbita por perforación del tímpano.
Salud en Casa.- A pesar de la advertencia por ser extremadamente peligrosos, los juegos pirotécnicos son considerados por muchas personas como parte del clima de alegría en las celebraciones de Navidad y fin de año. Una diversión que mal empleada puede causar diversos daños a la salud, principalmente al sistema auditivo y afectar no solamente a los que manipulan directamente el artefacto, sino también a las personas que se encuentran alrededor.
La intensidad del sonido se mide en decibeles (dB). La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que, desde el punto de vista acústico, el oído humano no debe sobrepasar los 55 decibeles. Los juegos pirotécnicos generan una intensidad que varía entre los 110 dB y los 190 dB, siendo la población más vulnerable: los niños, adultos mayores, personas con cualquier problema de salud o sensibilidad auditiva y mujeres en tiempo de gestación.
Luis Verástegui Barahona, especialista en audiología, afirma que existen una diversidad de artefactos pirotécnicos, unos llamados deflagrantes que producen luces y una detonación menor, como las bengalas o las llamadas tortas y otros denominados detonantes que son de fabricación y comercialización ilegal, como los “cohetones”, rata blanca, mamá rata, calavera y bomba trueno, que son altamente peligrosos y cuya intensidad de sonido es similar a una explosión en campo minero o el despegue de un avión.
“En estas fechas, los oídos de la población en general queda expuesta al excesivo ruido que generan los juegos pirotécnicos. De acuerdo a las normas, estos productos deberían tener como máximo un gramo de pólvora. Sin embargo, hay artefactos que contienen más de 20 veces de pólvora. La detonación es tan peligrosa que puede provocar en el extremo una sordera súbita por perforación del tímpano”, explicó el director del centro audiológico AudiPhone.
Otros malestares que pueden ocasionar la explosión y el estruendo de los juegos artificiales, son los zumbidos, sensación de “pitillo”, sangrado de oído, dolores de cabeza, mareos y alteración del equilibrio. Si bien estos males pueden desaparecer a las pocas horas, si continúan en los siguientes días, es importante acudir a un especialista.
“Para prevenir cualquier problema de salud auditiva a causa de los juegos pirotécnicos, es recomendable mantenerse a una distancia de 20 ó 30 metros de la zona donde se desarrolla la explosión y en lo posible, cubrir los oídos con tapones o algún otro dispositivo para proteger al máximo la audición y así reducir el sonido de la detonación”, sostiene Verástegui Barahona.
Las mujeres en tiempo de gestación deben evitar exponerse a estos ruidos. El sistema auditivo del bebé por nacer puede sufrir lesiones de manera irreversible. En el caso de los recién nacidos, su oído es súper sensible y podría ocasionarle el mismo daño, además de alterar su sistema respiratorio, frecuencia cardiaca y provocarle un estado de llanto incontrolable.
Además de los males auditivos que pueden ocasionar los juegos pirotécnicos, existen otros riesgos a consecuencias de una mala manipulación como, por ejemplo: quemaduras de diversos grados, mutilaciones, problemas oculares producto de las esquirlas y hasta incendios de diversa magnitud provocados por la cercanía de la detonación con productos inflamables.
AudiPhone es el primer centro audiológico que fabrica audífonos medicados en el Perú. Tiene más de 20 años de experiencia en el ensamblaje de prótesis auditivas empleando tecnología 3D. Cuenta con sedes en Lima y a nivel nacional y realiza campañas gratuitas auditivas de forma periódica a bebés, niños y personas de toda edad. Mayor información a través del WhatsApp: +51 983 402 173 o mediante el Facebook: AudiPhone.
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