Salud en Casa.- Una buena nutrición, no depende de la cantidad, sino de la calidad, es decir; mantener una alimentación equilibrada y variada, compuesta por verduras, frutas, proteínas y carbohidratos. Es importante que en los hogares se incentive el consumo de estos alimentos desde edades tempranas, buscando un crecimiento adecuado, así como un buen desarrollo físico y mental de los niños y niñas.
La especialista en nutrición, Carolina Núñez, recomienda que la alimentación de los infantes debe ser variada y equilibrada. “En el hogar esta debe ser repartida en 5 comidas al día. El 50 % del plato deben ser carbohidratos como legumbres, cereales, tubérculos, frutas y verduras. Aproximadamente, el 15% de ese plato debe contener proteínas de alta calidad, especialmente de origen animal, tal es el caso del huevo, carne, pollo, pescado, entre otros. Y casi un 35% de grasas, sobre todo, las grasas insaturadas o como se le llama ´grasas sanas´ como las procedentes del aceite de oliva, frutos secos, palta, por nombrar algunas.”
Un aspecto muy importante también que no debemos descuidar es que el momento de la alimentación debe ser un espacio de tranquilidad y goce para los niños, a fin de que puedan disfrutar de sus comidas, pero ¿Cómo podemos lograr esto? A través de alternativas innovadoras, que tengan presentaciones atractivas y sobre todo un buen sabor y valor nutricional.
Para ello la doctora Núñez, nos da a conocer las siguientes opciones de platillos que se pueden incluir en la dieta de los niños en su día a día.
· Quinua: Alimento rico en nutrientes, considerado un alimento muy completo. Aporta proteínas, ácidos grasos insaturados, minerales (calcio, hierro y magnesio), vitaminas (E, B1, B2 y niacina) y fósforo. Este alimento se puede consumir frío en ensaladas o como alternativa al arroz con verduras. Ahora que las temperaturas han bajado, la bebida de quinua resulta ideal acompañada de trozos de frutas o a modo de batidos y también en postres.
· Huevo: Después de la leche materna, este alimento tiene el más alto valor biológico a comparación de otros. Aporta un apreciable porcentaje de proteína y contiene un perfil de aminoácidos esenciales muy importante. Debido a su gran versatilidad es utilizado en diversas recetas, como por ejemplo el ponche de huevo, bebida a base de proteína de huevo con cereales andinos (alimentos que forman parte de los llamados “súper alimentos”). Puede ser saborizado con vainilla o cacao. Es de rápida preparación y delicioso sabor, además de conservar el valor nutricional del huevo. Este otorga la energía necesaria en las diferentes etapas de crecimiento de los niños.
Otro alimento innovador es la conserva de huevo. Esta es una proteína que tiene la textura similar a la carne y puede suplir a este alimento; con la ventaja de tener baja grasa y colesterol. Está elaborada en base a 100% proteína de origen animal (clara de huevo), puede consumirse directamente o como ingrediente en la preparación de guisos, tallarines rojos, acompañando frijoles o lentejas, entre otros.
· Legumbres: Aportan proteínas, vitaminas del complejo B y minerales (hierro, magnesio, zinc), además, poseen alto contenido de fibra alimentaria. Normalmente, las legumbres se asocian con estofados o guisos, sin embargo, también se pueden preparar a modo de hamburguesas donde se les puede añadir verduras. Las albóndigas también son una excelente opción, estas pueden estar hechas con garbanzos y lentejas.
· Frutas y verduras: Estos alimentos se deben incorporar a menudo en nuestras dietas, dado que tienen cualidades nutricionales únicas como bajas en calorías, contienen gran cantidad de agua, vitaminas hidrosolubles como vitamina C, ácido fólico, vitaminas del complejo B, vitaminas liposolubles como beta carotenos, vitamina A, E y K, minerales donde se destaca el potasio, magnesio y fibra. Las verduras por ejemplo se consumen en ensaladas, tortillas, puré o cremas, inclusive en extractos. Ambas frutas y verduras caen muy bien como snacks y jugos.
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