miércoles, 17 de mayo de 2023

 ·       En el Perú, solo en primer semestre del 2022 se registraron 9,586 casos de diabetes, de los cuales el 98% corresponde al tipo 2.



Salud e
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 Casa.- Tener riñones saludables y eficientes es esencial para mantener nuestro organismo en óptimo estado. Sin embargo, existen diferentes enfermedades que afectan a estos pequeños órganos impidiendo su correcto funcionamiento. Entre ellas, la más común y conocida: la diabetes.


Esta enfermedad, además, es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores. La diabetes mal controlada aumenta las posibilidades de estas complicaciones y la mortalidad prematura.



En Perú, la prevalencia de diabetes en la población general fue de 4.5 %, en 2020. Y solo en primer semestre del 2022 se registraron 9,586 casos de diabetes, de los cuales el 98% corresponde al tipo 2, el 63% corresponde a mujeres y el 37%, a varones. Vale precisar que en total 32,085 casos se han contabilizado desde el inicio de la pandemia.



¿Cómo la diabetes afecta a los riñones?

Cada riñón está formado por millones de filtros pequeños llamados nefronas. Con el tiempo, los niveles altos de azúcar en la sangre causados por la diabetes dañan los vasos sanguíneos de los riñones y las nefronas, cesando su funcionamiento. Precisamente, los pacientes diabéticos están más propensos de padecer una enfermedad renal.


Las cifras mundiales más recientes estiman que, del total de personas con diabetes, el 90% están clasificadas como tipo 2; y, de estos, dos de cada cinco; es decir, alrededor de un 40%, desarrollarán enfermedad renal crónica, reduciendo la expectativa de vida del paciente en unos 16 años. Además, las personas diabéticas que mueren debido a complicaciones de la enfermedad renal crónica, por lo general, fallecen por infartos del corazón o el cerebro y otras causas cardiovasculares.




Detección y tratamiento

La enfermedad crónica de los riñones no provoca signos ni síntomas en sus etapas iniciales. Sin embargo, en un paciente con diabetes tipo 2 es una complicación muy grave, por lo que es importante detectarla a tiempo para tratarla y brindarle al paciente calidad de vida.


“El daño renal es silencioso; el paciente en general no va a sentir nada. Muchas veces el paciente acude a su médico cuando presenta algún síntoma y esto puede ser cuando el paciente empieza a acumular líquido; es decir, tiene la cara, los párpados, las manos hinchadas, dificultades para orinar u orina muy poco, presenta fatiga, náuseas, vómitos, picazón constante en la piel. Estas son señales que se presentan cuando la enfermedad está muy avanzada”, explicó el Dr. Mauricio Chávez, Asesor Médico Cardiorrenal de Bayer.


Para detectar la enfermedad renal crónica, es indispensable realizarse los exámenes recomendados por el médico tratante: un examen de orina para identificar presencia de la proteína albúmina; y, otro, llamado creatinina, para saber si los riñones mantienen su función de filtrado. Estos exámenes deberían hacerse, al menos, una vez al año para que el médico los valore y así darle seguimiento a la enfermedad.


En un paciente con diabetes tipo 2 que ha sido diagnosticado con enfermedad renal crónica, los tejidos de los riñones se vuelven fibrosos y se inflaman, causando que pierdan su función de filtro. Además, hay riesgo de eventos cardiovasculares y hospitalizaciones. Por lo que resulta necesario que el médico tratante evalúe la condición de la persona para sugerir las mejores opciones de tratamiento.


 

Cabe mencionar que ya existen medicamentos que bloquean la inflamación, reduce la fibrosis y disminuye los niveles de albúmina (proteína cuya presencia en la orina, evidencia el mal renal) en pacientes con enfermedad renal crónica y diabetes tipo 2. Además, puede reducir el riesgo de avance de la enfermedad y disminuye la necesidad de hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca, así como el riesgo de padecer eventos cardiovasculares.

 

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