· Estas habilidades son la capacidad para realizar movimientos físicos, como correr, saltar, recoger objetos pequeños o escribir, que son fundamentales para el desarrollo físico y cognitivo de los niños.
Salud en Casa.- Desde los primeros años de la infancia, los pequeños empiezan a forjar un puente invisible entre su mente y su cuerpo. Desde los primeros pasos hasta la destreza de coger un objeto con precisión, la psicomotricidad es el lienzo sobre los niños y niñas trazan su camino hacia el aprendizaje y la autonomía. Por ello, se convierte en un deber prioritario nutrir y estimular estas habilidades desde una edad temprana, pues son los cimientos sólidos que sustentan su desarrollo futuro.
“La psicomotricidad de una persona permite que se adapte de manera flexible y armoniosa al medio que le rodea. El desarrollo de esta noción en los primeros años de vida es fundamental para lograr una adecuada adaptación e interacción del niño con respecto a los demás y al mundo exterior. Por lo tanto, es necesario que los padres busquen sobre todo en los primeros años, a través del juego, promover el desarrollo de estas habilidades. El juego es un poderoso vehículo de aprendizaje y para todo el desarrollo motor es esencial ya que permite ejercitar cada parte del cuerpo”, comentó Paola López, Coordinadora operativa del Programa de Acompañamiento a Familias CIB de la Fundación Baltazar y Nicolás.
En esa línea, el especialista compartió algunas de actividades prácticas que pueden desarrollar padres y madres para estimular la psicomotricidad de sus pequeños en un entorno familiar:
- Juegos de construcción: Proporciona bloques de construcción o piezas de construcción de diferentes tamaños y formas. Los niños pueden usar su imaginación para crear estructuras y figuras. Esta actividad fomenta la coordinación mano-ojo, la destreza manual y la creatividad.
- Juegos de equilibrio y coordinación: Crea un circuito en casa con almohadones, cintas adhesivas en el suelo para simular caminos, o coloca obstáculos como cojines. Los niños pueden practicar saltar, equilibrarse, gatear y moverse de manera coordinada a través del circuito. Esto ayudará a desarrollar sus habilidades motoras gruesas y su capacidad de concentración.
- Juegos al aire libre: Si tienes espacio al aire libre, organiza juegos que involucren correr, saltar, lanzar y atrapar. Actividades como atrapar una pelota, saltar la cuerda o jugar a la rayuela son excelentes para desarrollar la coordinación motora gruesa y promover la actividad física.
- Juegos de manualidades y arte: La especialista también señala que se debe proporcionar materiales como crayones, lápices de colores, tijeras de seguridad, pegamento y papel. Anima a los niños a dibujar, recortar y pegar para crear proyectos artísticos. Esto estimula la destreza manual y la creatividad, además de desarrollar la coordinación fina.
Para conocer más sobre métodos de crianza y la importancia del desarrollo psicomotriz de niños a una temprana edad, puedes acceder la página www.fundacionbaltazarynicolas.
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