- Los accidentes cerebrovasculares (ACV) deben atenderse antes de las 4 horas y media, a fin de evitar futuras secuelas o complicaciones.
Salud en Casa.- Un accidente cerebrovascular (ACV) se produce cuando un coágulo sanguíneo obstruye, de manera repentina y súbita, una arteria que conduce sangre al cerebro o cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe. Desde ese momento, es clave la atención en las primeras 4 horas y media para evitar secuelas físicas y mentales que pueden afectar la calidad de vida del paciente.
Las personas con riesgo de sufrir un ACV son aquellas que tienen hipertensión arterial, diabetes, arritmia cardiaca, tabaquismo, sedentarismo u otros factores de riesgo. Además, el riesgo aumenta si uno de los padres o un familiar ha tenido un ACV, o si la persona tiene sangre del tipo AB.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ataque cerebrovascular (ACV) es la segunda causa de muerte y una de las principales causas de discapacidad en personas mayores de 45 años en nuestro país. Se estima que 1 de cada 4 personas mayor de 25 años podría experimentar un ACV en algún momento de su vida.
“La falta de reconocimiento y la demora en la atención médica oportuna son causas fundamentales de retrasos en la atención de pacientes con Accidente Cerebrovascular (ACV). Es importante que los pacientes actúen con celeridad y lleguen a centros de salud especializados en un lapso de menos de 4 horas y media desde el inicio de los síntomas, con el fin de recibir el tratamiento adecuado en Emergencias", dijo el Dr. Ronald Fernando Escalante Rojas, neurólogo de la Clínica Stella Maris.
¿Cuáles son los principales signos de alerta?
- Parálisis de un lado del cuerpo: suele suceder de forma repentina en una parte del rostro o en todo un lado del cuerpo; sin embargo, generalmente afecta un lado completo.
- Alteraciones del habla: puede provocar que la persona no pueda articular correctamente las palabras o entenderlas, ya que a menudo viene acompañado de confusión.
- Dificultad para caminar: el paciente presenta dificultades para caminar, experimenta descoordinación y corre el peligro de desvanecerse en cualquier momento.
- Rostro caído: el paciente puede sentir y notar que los músculos de su rostro se han debilitado o desviado, sin necesidad de causarle dolor.
Para obtener más información sobre la Clínica Stella Maris, visite su sitio web en https://www.stellamaris.com.
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