lunes, 18 de marzo de 2024

 

  • La anemia afecta al 43.6% de los niños peruanos entre 6 y 35 meses de edad. A pesar de los esfuerzos por reducir su prevalencia, ha permanecido sin mayores cambios en los últimos cinco años.





Salud e
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 Casa.- De acuerdo con la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), la prevalencia de anemia en el Perú se ha incrementado en los últimos cinco años, a pesar de los esfuerzos multisectoriales por reducirla. Solo en el primer trimestre del 2023, alcanzó una cifra de 43.6% en niños entre 6 y 35 meses de edad, lo que la sitúa como una de las mayores amenazas para la salud pública en el país, por sus efectos sobre el desarrollo psicomotor de los menores.


 

El Dr. Alfredo Carlín, asesor médico de Elifarma, enfatiza que la anemia está presente en todas las regiones y estratos sociales del país, y suele presentarse cuando en la sangre existe una cantidad inferior a la normal de glóbulos rojos con una concentración insuficiente de hemoglobina, la cual es una proteína que se encuentra dentro de estos y se encarga de transportar el oxígeno a todos los tejidos de cuerpo.


 

“En nuestro país, la principal causa en niños es la carencia nutricional, principalmente la deficiencia de hierro. Otras causas incluyen la falta de vitaminas, por una destrucción aumentada de estos glóbulos, infecciones gastrointestinales en los niños pequeños, entre otras”, indica.


 

Asimismo, el experto señala que la anemia impacta el desarrollo de los niños: conlleva a dificultades cognitivas, retrasos en el crecimiento físico, fatiga y debilidad muscular. “Estas consecuencias pueden interferir con su rendimiento escolar, su participación en actividades físicas y sociales y, además, tiene una alta repercusión en su bienestar emocional”, señala el Dr. Carlín. 

 

Frente a este escenario, el especialista precisa que, si bien la anemia en la mayoría de los casos no presenta síntomas, estos se manifiestan en casos moderados y severos. Por ello, generalmente, esta condición es diagnosticada en los menores durante los controles de niño de sano, las consultas médicas o en campañas de despistaje. Sin embargo, es posible identificar algunas señales tempranas que facilitan su detección y el abordaje precoz, y permiten contrarrestar su impacto:


 

  1. Palidez de piel y mucosas. Suele ser el signo de alerta más conocido en casos de anemia. Esta tonalidad se debe a una reducción de la cantidad de glóbulos rojos, responsables de darle color a la piel. Se percibe en la piel y debajo de las uñas, así como en la zona interior de la boca o de la nariz.

 

  1. Cansancio y debilidad. La falta de oxígeno en los tejidos genera una sensación general de fatiga, y desencadena una sensación extrema de agotamiento que puede interferir con las actividades diarias de los menores. Este síntoma interfiere en el rendimiento escolar, y en su desarrollo y calidad de vida.

 

  1. Poca actividad y tendencia al sueño. Es frecuente en casos de anemia moderada a severa, debido a las cifras muy bajas de hemoglobina que presenta el paciente.  Pueden afectar significativamente la calidad de vida de los niños, pues dificulta la realización de actividades de rutina.


El especialista indica que en casos de anemia severos se perciben distintos síntomas que pueden asociarse a otras condiciones médicas, como latidos irregulares o palpitaciones, o presión arterial baja que hacen que el niño requiera atención de inmediato e incluso ser hospitalizado.


 

El Dr. Carlín subraya que iniciar el tratamiento de la anemia a temprana edad ayuda a prevenir las complicaciones a corto y largo plazo. “El tratamiento incluye mejoras en las prácticas nutricionales, consumo de hierro de origen animal, una dieta balanceada, y el soporte de suplementos de hierro para combatir la anemia de forma integral en casos diagnosticados. Es fundamental acudir a la atención médica y seguir las recomendaciones tan pronto como se diagnostique esta condición”, precisó el especialista.

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