o Según la Organización Mundial de la Salud, en 2022 se mantuvo un descenso sostenido del índice de consumo de tabaco, aunque todavía hay 1250 millones de fumadores en el mundo.
Salud en Casa.- Dejar de fumar no es una tarea sencilla, debido a que superar la adicción al tabaco resulta para muchas personas una meta difícil. No obstante, es crucial destacar los graves riesgos para la salud que conlleva esta dependencia. Sus impactos negativos no se limitan únicamente a los pulmones y al sistema cardiovascular, sino que también involucra a la salud bucal.
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2022 se mantuvo un descenso sostenido del índice de consumo de tabaco, aunque todavía existen 1250 millones de fumadores en el mundo. Ya sea que se consuma el cigarrillo convencional o el electrónico, todas sus formas son perjudiciales para la salud bucal y general. Los efectos de la nicotina, el alquitrán y el calor afectan las estructuras bucales.
“El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud bucal de los pacientes, pudiendo afectar negativamente a los dientes, las encías, la mucosa oral y la salud en general. Asimismo, la nicotina reduce el flujo de la sangre en las encías e impide que reciban los nutrientes necesarios para su mantenimiento”, afirma el Mg. Jorge Girano, docente de Odontología de la Univ. Norbert Wiener.
Teniendo en cuenta ello, y en torno al Día Mundial sin Tabaco (30 de mayo), el especialista da a conocer las principales alteraciones que se producen en la salud bucal por el consumo de tabaco.
- Enfermedades periodontales: El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. Fumar reduce la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones bacterianas, lo que aumenta la probabilidad de inflamación de las encías y pérdida ósea alrededor de los dientes.
- Cáncer: El tabaco es un carcinógeno conocido y uno de los principales contribuyentes al desarrollo de cáncer oral. Fumar aumenta significativamente el riesgo de cáncer en la boca, incluyendo cáncer de labio, lengua, garganta y paladar.
- Manchas y decoloración dental: Los productos químicos presentes en el tabaco pueden provocar manchas antiestéticas en los dientes, así como una decoloración generalizada. Estas manchas son difíciles de eliminar con la higiene dental regular y pueden requerir tratamientos profesionales para su corrección.
- Mal aliento: El tabaquismo contribuye al desarrollo de la halitosis, o mal aliento, debido a la acumulación de residuos de tabaco en la boca y la reducción del flujo salival. Este efecto no solo afecta la calidad de vida de quienes fuman, sino también sus interacciones sociales y profesionales.
- Retraso en la cicatrización: Fumar puede ralentizar el proceso de cicatrización después de procedimientos dentales, como extracciones de dientes o cirugías periodontales. Esto puede aumentar el riesgo de complicaciones postoperatorias y prolongar el tiempo de recuperación.
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