lunes, 14 de octubre de 2024

 

  • Consuelo Rojas, M.V de Aristocat destaca que cumplir con la vacunación respectiva, ayudará a mantener a los gatos protegidos de las enfermedades virales. 




Salud e
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 Casa.- Tener un gato como mascota es una experiencia que nos llena de amor, alegría y nos brinda muchas satisfacciones, pero también implica responsabilidades y recursos.  Por lo cual es muy importante saber que cuidados debemos brindarles y cómo debemos de hacerlo, ya que existen enfermedades producidas por virus, algunas contagiosas entre gatos, que pueden ocasionarles daños a diferentes órganos de su cuerpo y debilitar sus defensas hasta el punto de desencadenar afecciones crónicas que impactarán en su calidad de vida. 


Consuelo Rojas, médico veterinario de Aristocat, explica que estas patologías se presentan con mayor frecuencia en gatos que no reciben un programa preventivo completo, chequeos médicos periódicos, que no han sido esterilizados o se encuentran en la calle de manera permanente. “Realizar chequeos médicos de manera regular permitirá identificar si el problema de salud está relacionado directamente con una infección viral y, además, saber si cuentan con todas las vacunas o si necesitan refuerzos. De esta forma, es posible determinar un diagnóstico certero para brindar un tratamiento adecuado o prevenir el desarrollo de enfermedades virales”, destaca. 


Los síntomas de estas enfermedades virales pueden ir complicandóse con el tiempo y desencadenar problemas graves en la salud de los felinos, más aún, si no son atendidas a tiempo. En línea con ello, la M.V de Aristocat, explica cuáles son las enfermedades más frecuentes, originadas por virus, que pueden afectar la salud de los gatos: 


  • Leucemia felina (FelV): La leucemia felina es una de las enfermedades más comunes de los gatos, ya que se adquiere a través de la saliva, heces, leche u orina de otro gato infectado. Este virus ataca a las células del sistema de defensas o sistema inmune, aumentando el riesgo a desarrollar otras enfermedades como la anemia y hasta cáncer. Si la mascota empieza a tener síntomas de fiebre, pérdida del apetito, pérdida de peso, afecciones de respiratorias, de piel o intestinales es urgente que reciba atención médica veterinaria, ya que desafortunadamente esta enfermedad no tiene cura, pero si se controla a tiempo la mascota puede llevar una vida saludable. Existen vacunas que pueden ser administradas para evitar la enfermedad.


  • Inmunodeficiencia felina (VIF):  Conocido como el sida de gatos, este virus también afecta al sistema inmune de los felinos. Se puede contraer a través de la placenta de la madre, durante la lactancia, por apareamiento, o por contacto con saliva y sangre de un gato infectado. Entre los síntomas destacan la presencia de llagas en la boca, ganglios linfáticos inflamados, bajo nivel de actividad y apetito. Cabe destacar que no existe una vacuna para prevenir esta enfermedad, ni un tratamiento para curarla. 


  • Panleucopenia Infecciosa Felina (FPV): Conocida como enteritis infecciosa, este virus se multiplica en el tubo digestivo y en la médula ósea. Es altamente contagioso, y se puede originar por contacto directo con las heces de un gato infectado, o por contagio indirecto a partir de un entorno u objeto contaminado. Esta enfermedad provoca vómitos, diarreas con presencia de sangre, fiebre, rechazo a la comida. Para prevenirla, se recomienda vacunarlos contra este virus, a partir de la 8 o 9 semanas de edad, y tener un refuerzo anual. 


  • Calicivirus felina (FCV):  Este virus afecta a las vías superiores de los gatos. Si bien puede confundirse con una gripe, sus síntomas son más complejos; ya que generan rinitis, conjuntivitis, úlceras en la boca y hasta una neumonía; también se multiplica en el intestino causando una enteritis aguda o crónica. El contagio se puede dar por el contacto directo con las secreciones nasales, la saliva y las secreciones lagrimales de un gato enfermo o por contacto con objetos infectados.  Para su prevención se recomienda la vacunación de la trivalente felina, y si existe un diagnóstico positivo se recomienda mantenerlos hidratados y mantenerlos en espacios limpios. 





Debido a que cada enfermedad presenta características particulares, es necesario observar los síntomas clínicos y realizar pruebas diagnósticas como los análisis de sangre, PCR, cultivos virales, prueba de Elisa, para tener detectar la infección viral, evaluar el tratamiento adecuado que evite complicaciones y prevenir su propagación.  

Cabe mencionar que evitar los problemas de insuficiencia renal, cálculos renales, obesidad e insuficiencias hepáticas, ayudará a mantener un sistema inmune fuerte y constituirán la mejor defensa de los gatitos.


“Como cuidadores de las mascotas es necesario cumplir con su cuadro de vacunas para protegerlos, sobre todo, porque una enfermedad viral en un gato lo deja expuesto a contraer más enfermedades y complicar su estado de salud. En ese sentido, las vacunas y los chequeos médicos veterinarios son la mejor medida de prevención que les brindará la defensa para resistir este tipo de infecciones”, destaca Rojas.

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