Salud en Casa.- La leche materna brinda todos los nutrientes que el recién nacido necesita para un crecimiento y desarrollo adecuado. Por ello, se recomienda lactancia materna exclusiva los primeros 6 meses y después introducir alimentos complementarios mientras se continúa con la lactancia hasta los 2 años o más. El riesgo de muerte por diarrea y otras infecciones puede aumentar en los lactantes que solo reciben lactancia parcialmente materna o exclusivamente artificial.
“La
lactancia materna ofrece beneficios emocionales y psicológicos tanto a la madre
como al bebé, y ayuda a las familias a evitar gastos adicionales en fórmulas
infantiles, al propiciar la mejor salud del bebé, y reduce los gastos en
consultas médicas y medicamentos”, precisó la nutricionista Judith Soto, del
Colegio de Nutricionistas de Lima.
De
acuerdo a la especialista, la leche materna contiene más de 250 componentes y tiene
3 fases: los 3 a 5 primeros días se llama calostro, luego leche de transición y
finalmente la leche madura. La cual debe ser considerada como “la primera
vacuna” que recibe el niño, ya que lo protege contra numerosas infecciones a
las que está expuesto durante el primer año de vida.
“Por
ejemplo el calostro se produce en pequeñas cantidades, conteniendo inmunoglobulinas que protege a tu bebé contra
las enfermedades, no pasando directamente al torrente sanguíneo, sino hace un
revestimiento en el tracto gastrointestinal previniendo la adherencia de
bacterias, virus, parásitos y otros patógenos. Por ello, la leche materna
provee beneficios nutricionales e inmunológicos a los lactantes, no sólo
durante la lactancia, sino a lo largo de toda la vida”, agregó.
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