En casos de anemia por deficiencia de hierro, se debe
garantizar una suplementación adecuada y complementar con una dieta rica en
hierro. Esto incluye fuentes animales como carnes rojas magras, vísceras
(excepto hígado), y pescados como el bonito.
Saud en Casa.- La alimentación y el asesoramiento nutricional son pilares fundamentales para garantizar el óptimo desarrollo del bebé y preservar la salud de la madre durante el embarazo, el parto y la lactancia.
“Un buen estado nutricional en
esta etapa puede prevenir complicaciones como anemia, preeclampsia, diabetes
gestacional, y el nacimiento de bebés pequeños o grandes para su edad
gestacional, entre otros. Existen nutrientes clave que son indispensables durante
el embarazo. Por ejemplo, el ácido fólico debe suplementarse al menos tres
meses antes de la concepción para reducir el riesgo de defectos del tubo neural
como la espina bífida, además de parto prematuro y anemia”, sostiene la
nutricionista del Portal Salud en Casa, Erika Mora Saravia .
De acuerdo con la experta , es
importante destacar que la alimentación de la madre tiene un impacto duradero
en la salud del bebé, conocido como "programación nutricional". Este
concepto se refiere al efecto que tienen la dieta y el estilo de vida maternos
sobre el desarrollo y la salud del bebé, incluso en su etapa adulta. Durante el
embarazo, las células del bebé en desarrollo son altamente adaptables, y
cualquier variación en el suministro de nutrientes puede provocar cambios que
afecten su organismo a largo plazo, incrementando el riesgo de enfermedades
metabólicas en el futuro.
Una
adecuada alimentación para prevenir los nacimientos prematuros.
De acuerdo con Erika Mora , la alimentación desempeña un papel crucial en
la prevención de nacimientos prematuros, aunque es importante tener en cuenta
que también existen otros factores involucrados. Una correcta suplementación
preventiva con nutrientes esenciales como ácido fólico, hierro, omega-3, calcio
y vitamina D (según evaluación médica previa) puede marcar una gran diferencia.
“Las condiciones de salud
preexistentes como diabetes, sobrepeso, obesidad o hipertensión, así como las
complicaciones que surgen durante el embarazo, como la preeclampsia o la
diabetes gestacional no controladas, también pueden incrementar el riesgo de un
parto prematuro. El manejo adecuado de estas condiciones, junto con una
ganancia de peso controlada y una alimentación de alta calidad, son elementos
esenciales para minimizar este riesgo”, precisó.
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