El director de la carrera de Medicina de la UTP detalla cómo
prevenir problemas digestivos, qué alimentos consumir con precaución y cuáles
síntomas no deben ignorarse.
Salud en Casa.- Los problemas digestivos como la dispepsia, comúnmente llamada "gastritis", o el reflujo afectan a gran parte de la población. Para entender sus causas y cómo prevenirlos, el doctor Alejandro Piscoya, director de la carrera de Medicina de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), comparte algunas recomendaciones.
Causas y descripciones
El Dr. Piscoya
aclara que la dispepsia no es una enfermedad orgánica, sino un conjunto de
síntomas —dolor abdominal, sensación de saciedad temprana o ardor— que suelen
iniciar en la adolescencia o juventud. "Muchos pacientes atribuyen sus
molestias a alimentos específicos, pero en realidad se trata de una condición
individual. El desafío está en identificar qué ingrediente la
desencadena", explica.
Contrario a lo
que muchos creen, el especialista señala que no hay una dieta universal para
evitar la dispepsia: "Reducir grasas o carnes rojas beneficia al corazón,
pero no necesariamente al estómago. Lo clave es observar cómo reacciona el
cuerpo y ajustar la alimentación sin eliminar nutrientes esenciales".
Sin embargo,
resalta dos enemigos claros: el tabaco y el alcohol. "Fumar incrementa el
riesgo de cáncer digestivo y el alcohol en exceso daña el hígado e irrita la
mucosa gástrica", enfatiza.
El reflujo,
caracterizado por esa sensación de ardor que sube desde el estómago hacia el
pecho —a veces acompañado de un sabor ácido en la boca—, suele agravarse por
malos hábitos. "No es solo una molestia pasajera", advierte el Dr.
Piscoya. "Al acostarse después de comer o al inclinarse con el estómago
lleno, la presión abdominal facilita que los ácidos gástricos regresen al
esófago, irritándolo. Si esto ocurre con frecuencia, puede derivar en
complicaciones como esofagitis o incluso lesiones precancerosas", indica.
Asimismo,
comenta que el sobrepeso y el embarazo son factores de riesgo debido a la
presión adicional que ejercen sobre el abdomen. La recomendación es moderar las
porciones, evitar acostarse hasta dos horas después de comer y mantener un peso
saludable para reducir la presión sobre el esófago, de acuerdo con el director
de la UTP.
Otro factor para
tomar en cuenta es el estrés o la ansiedad, que alteran la digestión. "El
sistema nervioso regula el movimiento intestinal. Por eso, las emociones
fuertes pueden causar desde espasmos hasta inflamación", señala. Para
manejarlo, sugiere técnicas de relajación y horarios de comida regulares.
Hábitos saludables y cuándo acudir al médico
Para evitar
este tipo de complicaciones digestivas, el doctor Piscoya enfatiza tres pilares
fundamentales. En primer lugar, eliminar el tabaco y moderar el consumo de
alcohol. Asimismo, recomienda adoptar una forma consciente de comer.
"Masticar bien los alimentos y comer despacio no solo ayuda a la
digestión, sino que reduce la probabilidad de molestias posteriores",
explica. Finalmente, mantener un peso adecuado mediante una alimentación balanceada
y actividad física regular. "La prevención basada en estos hábitos es
siempre más efectiva que tratar problemas digestivos cuando ya están avanzados",
recalca el especialista.
El Dr. Piscoya
es enfático al comentar que ciertos síntomas digestivos nunca deben ignorarse.
"Cuando aparecen señales como pérdida de peso inexplicable (más del 5 %
del peso corporal sin dieta), vómitos persistentes o con sangre, sangre en las
heces, dolor intenso acompañado de sudoración profusa, o dificultad para
tragar, se debe acudir al médico de inmediato", advierte. Estos síntomas
de alarma son especialmente relevantes en personas mayores de 40 años, ya que
podrían indicar condiciones más graves que requieren diagnóstico y tratamiento
oportuno.
Los problemas
digestivos, aunque comunes, no deben subestimarse, según el doctor. "En
digestión, como en todo lo relacionado con la salud, escuchar a nuestro cuerpo
y actuar con prevención marca la diferencia entre el bienestar y la
enfermedad", concluye el director de la carrera de Medicina de la UTP.
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