lunes, 20 de octubre de 2025


Salud e
n Casa .- Cada año, más de 2,3 millones de mujeres en el mundo son diagnosticadas con cáncer de mama, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el Perú, de acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa), el cáncer de mama es el más común entre las mujeres con 8843 casos diagnósticados en lo que va del 2025.


Sin embargo, detrás de estas cifras hay esperanza: si se detecta a tiempo, el cáncer de mama tiene una tasa de supervivencia superior al 90%, según la American Cancer Society. Por eso, la detección temprana, el acceso a tratamientos modernos y el compromiso del entorno laboral son claves para salvar vidas.



DETECCIÓN TEMPRANA.


La Dra. Liana Falcón, jefa de la Unidad de Diagnóstico Integral de la Mama (UDIM) de Clínica Internacional, explica que no hay una fórmula para evitar el cáncer de mama, pero sí una manera muy eficaz de detectarlo a tiempo, cuando las probabilidades de curación son mucho mayores.



“El cáncer de mama puede desarrollarse incluso sin síntomas. Por eso, la mamografía anual a partir de los 40 años —o antes, si hay antecedentes familiares o factores de riesgo— sigue siendo la herramienta más confiable para detectarlo tempranamente”, señala.

La especialista enfatiza que la mamografía es el único método comprobado que reduce las muertes por cáncer de mama, ya que puede identificar lesiones hasta dos años antes de que aparezcan los primeros signos o molestias. También recuerda que es un error pensar que si no hay dolor o bultos, no está presente la enfermedad.

“Muchas mujeres dicen ‘no siento nada, así que no necesito una mamografía’. Y eso es un grave error. El objetivo del examen es detectar el cáncer cuando todavía es tan pequeño que no se puede palpar. Recuerda que la ausencia de síntomas no significa ausencia de cáncer, por eso Tómatelo a pecho y hazte una mamografía”, explicó la Dra. Falcón.


Además de la mamografía, existen estudios complementarios como la ecografía mamaria y la mamografía 3D o tomosíntesis, que ofrecen imágenes más detalladas en mujeres con mamas densas. En casos específicos, también se puede recurrir a la resonancia magnética o a la mamografía con contraste, siempre bajo indicación médica.

“Lo importante es no posponer los controles. Detectar el cáncer de mama en su etapa inicial permite tratamientos menos agresivos, menos cirugías y una calidad de vida mucho mejor”, remarcó la Dra. Falcón.





TRATAMIENTOS AVANZADOS

La Dra. Silvia Neciosup, médico oncólogo líder de la Unidad de Cancer de Mama de la  Clínica Internacional, explica que en los últimos años el manejo del cáncer de mama ha evolucionado hacia un enfoque mucho más personalizado tanto en etapa temprana como en etapa avanzada.

“Hoy sabemos que no existe un solo tipo de cáncer de mama, sino distintos subtipos con características biológicas únicas. Por eso, los tratamientos se eligen de forma individual, considerando el tipo de tumor, el estadio de la enfermedad, las características de cada paciente y en algunos casos los factores hereditarios”, detalla.

Entre los avances más significativos, la especialista destaca las terapias dirigidas, que actúan sobre proteínas específicas de las células tumorales, y la inmunoterapia, que estimula las defensas del propio cuerpo para reconocer y eliminar las células cancerosas.

“Estas terapias han logrado prolongar la supervivencia, mejorar la calidad de vida y, en muchos casos, evitar tratamientos más agresivos que limiten a nuestras pacientes”, explica la especialista.


EL ENTORNO LABORAL: SALUD Y PREVENCIÓN TAMBIÉN EN EL TRABAJO

El Dr. Juan Loo, médico ocupacional de Howden Perú, resalta que la lucha contra el cáncer de mama también debe incluir el entorno laboral.

“El trabajo puede ser un espacio clave para promover la salud. A través de campañas de despistaje, charlas educativas, capacitaciones en autoexamen de mamas y permisos para exámenes preventivos, las empresas pueden contribuir significativamente a la detección temprana. Un colaborador sano, además es un colaborador más productivo”, comenta.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los programas de salud laboral reducen el ausentismo y fortalecen el compromiso de los trabajadores con la empresa.

“El cáncer de mama no solo afecta a quien lo padece, también impacta su entorno. Por eso, es importante que en el trabajo y en casa hablemos de salud, de autocuidado y de la importancia de los chequeos preventivos”, señala.

Un diagnóstico temprano no es una sentencia, es una oportunidad. Y cada año, la medicina avanza y nos da nuevas razones para creer en la recuperación.

 


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