● De
acuerdo con el Ministerio de Educación, más del 40 % de los estudiantes
peruanos de secundaria presenta signos de estrés o desmotivación escolar.
Salud en Casa.- En las aulas peruanas, cada vez más estudiantes experimentan agotamiento emocional, un estado de estrés y desmotivación que afecta su disposición para aprender. Esta sensación, muchas veces silenciosa, se refleja en falta de concentración, ansiedad y desinterés, y ya se ha convertido en un desafío cotidiano para docentes y escuelas. El Ministerio de Educación (Minedu), a través de su informe sobre Bienestar Socioemocional Escolar 2024, reveló que 4 de cada 10 estudiantes de secundaria manifiestan estrés, ansiedad o falta de motivación hacia el aprendizaje. Una realidad que, según los especialistas, está transformando el rol docente y la dinámica educativa.
Para la psicóloga Silvana Varela, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Autónoma del Perú, este
agotamiento emocional es una respuesta al entorno exigente en el que se
desarrollan los adolescentes.
“Los estudiantes de hoy
viven bajo una presión constante: rendimiento académico, redes sociales,
expectativas familiares. Todo eso los sobrecarga emocionalmente y limita su
capacidad de concentración y disfrute del aprendizaje”, explica la
especialista.
El Minedu advierte que
esta fatiga emocional no solo impacta el desempeño académico, sino también el
clima escolar. En aulas donde los estudiantes llegan desmotivados, los docentes
enfrentan una doble tarea: enseñar y contener emocionalmente a su grupo.
“Un maestro que entiende
el estado emocional de sus alumnos puede cambiar el rumbo de la clase.
Escuchar, dar espacio y reconocer las emociones no interrumpe la enseñanza; la
fortalece”, sostiene la psicóloga.
El informe ministerial
también detalla que el estrés académico en adolescentes peruanos ha aumentado
en más del 30 % en los últimos cinco años, especialmente tras el retorno a la
presencialidad. Esto ha derivado en un incremento de casos de ansiedad y desinterés
por los estudios.
Ante ello, la
especialista de la Universidad Autónoma del Perú propone estrategias concretas
para abordar el problema desde las escuelas:
●
Fomentar espacios de diálogo emocional al
inicio de la jornada escolar.
●
Incluir pausas pedagógicas breves para aliviar
la tensión y mejorar la concentración.
●
Capacitar a los docentes en acompañamiento
socioemocional y autocuidado, para que no se vean desbordados.
“El bienestar emocional
no es un lujo, es una condición para aprender. Un estudiante tranquilo y
acompañado aprende más y mejor”, concluye la especialista.
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