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Las
enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en el país impulsadas por factores de riesgo no
controlados como la hipertensión, la obesidad y el colesterol alto.
Salud en Casa.- En Perú, las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte. De acuerdo con el doctor Félix Medina, presidente de la Sociedad Peruana de Cardiología, gran parte de estos casos se debe a la falta de control de factores de riesgo como la obesidad, el colesterol alto y, especialmente, la hipertensión. Esta última es particularmente peligrosa porque suele avanzar sin síntomas evidentes. “Es fundamental que las personas conozcan los niveles normales de presión arterial con la misma certeza con la que saben su fecha de nacimiento, ya que esta condición generalmente no da señales de alarma”, advierte.
Esta falta de percepción del riesgo se refleja en las estadísticas. Actualmente, 14.2% de las personas de 15 años a más presenta hipertensión arterial[i]. “De todos estos pacientes, estimamos que solo la mitad sabe que la padece, mientras quienes reciben diagnóstico solo un 5% logra un control adecuado y, dentro de este grupo, únicamente el 10% sigue su tratamiento de forma oportuna y continua” dentro del grupo de pacientes hipertensos en tratamiento, la adherencia al año puede ser tan baja como 11%, enfatiza el Dr. Medina.
La ausencia de control sobre estos factores no solo incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares agudos, sino que también favorece la progresión hacia enfermedades más graves, como la insuficiencia cardíaca. Esta afección, que impide que el corazón bombee suficiente sangre al resto del cuerpo2, forma parte del síndrome cardio-reno-metabólico (CRM), un círculo vicioso en el que la hipertensión y la diabetes no controladas sobrecargan el corazón y, al mismo tiempo, dañan los vasos sanguíneos de los riñones.
Por otro lado, el Dr. Julio Peralta, encargado de la Red Nacional del Corazón (Renacor), comenta que entre los síntomas más frecuentes de esta patología se encuentran la fatiga persistente, la falta de aire (incluso en reposo), la tos, la pérdida de apetito, los mareos, las palpitaciones e hinchazón en piernas y el abdomen. “Una enfermedad coronaria, una arritmia o el daño progresivo por hipertensión y diabetes, si no se atienden, terminarán en una disfunción cardíaca”, afirma.
Aunque la insuficiencia cardíaca afecta a más de 64 millones de personas en el mundo[iv], en Perú se desconocen cifras exactas sobre su incidencia. “Lamentablemente, en el país existe un subregistro de esta patología, en parte porque la mayoría de los hospitales públicos no cuentan con unidades de falla cardíaca especializadas, lo que dificulta el diagnóstico y manejo integral”, agrega el Dr. Peralta.
Por su parte, el Dr. Edwin Bucheli, director médico de Boehringer Ingelheim para Ecuador y Perú, enfatiza la necesidad de “articular esfuerzos entre autoridades, sociedades médicas, academia y sector privado para promover la priorización, formación médica e investigación sobre la insuficiencia cardíaca y lograr mejorar el diagnóstico y atención oportunas”.
Claves para cuidar el corazón
Los especialistas coinciden en que la prevención es la herramienta más
poderosa para evitar complicaciones y hacen un llamado a la población a adoptar
un rol activo en el cuidado de su salud a través de seis medidas:
- Conocer y monitorear los indicadores de salud clave: realizar mediciones periódicas y asegurarse de tener
niveles normales de la presión arterial (menor a 120/80 mmHg), la
glucosa en sangre (inferior 100 mg/dL) y el colesterol (menos de 200
mg/dL).
- Llevar una alimentación equilibrada: priorizando una dieta rica en frutas,
verduras, granos integrales y proteínas magras. Además de reducir el
consumo de azúcares añadidos y grasas saturadas. Esta elección nutricional
ayuda a mantener el corazón sano.
- Practicar actividad física regular: incorporar una rutina de al menos 150 minutos semanales que
permitan fortalecer el sistema cardiovascular y mejorar la función cardíaca.
Se recomienda consultar con un especialista si se tiene una lesión o
comorbilidad.
- Mantener un peso saludable: lo que ayudará a garantizar la salud de las arterias, prevenir la
acumulación de placa y a regular los niveles de glucosa y colesterol. Por
otro lado, también contribuye directamente a la longevidad y bienestar
general.
- Evitar el tabaco: fumar daña los vasos sanguíneos, acelera la enfermedad
coronaria y aumenta significativamente el riesgo de ataques cardíacos y
accidentes cerebrovasculares, por lo que este hábito está desaconsejado.
- Gestionar el estrés y
dormir adecuadamente: garantizar entre 7 y 8 horas de sueño,
así como separar espacios de descanso y técnicas relajación durante el día
ayudarán a mantener el equilibrio hormonal y la salud cardiovascular.
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