- Conocer el historial familiar es clave para detectar a tiempo la retinosis pigmentaria y anticipar sus riesgos.
Salud en Casa.- Perder la visión de manera progresiva puede transformar profundamente la vida de un joven. Por ello, la detección temprana de la retinosis pigmentaria resulta esencial para anticiparse a la enfermedad, brindar apoyo a la familia y ofrecer opciones de tratamiento y seguimiento que ayuden a preservar la calidad de vida.
La retinosis pigmentaria es una enfermedad rara y hereditaria que afecta la retina, la capa del ojo que capta la luz y permite ver. Con el tiempo, los fotorreceptores —las células encargadas de enviar la información visual al cerebro— se van deteriorando, lo que ocasiona una pérdida progresiva de visión.
Se estima que la enfermedad afecta a 1 de cada 4.000 personas en todo el mundo, según la American Academy of Ophthalmology (AAO). Cada hijo de un progenitor afectado tiene un 50% de probabilidad de heredar la mutación genética. “Conocer el historial familiar y realizar pruebas genéticas, permite identificar la enfermedad en etapas iniciales, retrasar la progresión de la pérdida visual, acceder a tratamientos y acompañamiento que ayuden a preservar la independencia y la calidad de vida” señala el Dr. Gerardo Arana, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Dificultad para ver de noche o en lugares con poca iluminación.
- Encandilamiento frente a luces intensas.
- Problemas de adaptación al pasar de la luz a la oscuridad.
- Pérdida de la visión lateral, conocida como “visión en túnel”.
Exámenes clave para un diagnóstico oportuno.
Ante la sospecha de retinosis pigmentaria o la presencia de antecedentes familiares, el especialista recomienda realizar pruebas como:
- Fondo de ojo: permite evaluar directamente el estado de la retina.
- Campimetría visual: mide el campo de visión y ayuda a identificar pérdidas periféricas.
- Electrorretinograma (ERG): registra la respuesta de la retina frente a estímulos de luz.
- Pruebas genéticas: confirman la herencia de la enfermedad y orientan el manejo familiar.
Cómo cuidar la retina.
“Además de los controles médicos, es fundamental adoptar hábitos que ayuden a proteger la visión, como el uso de lentes con filtros UV o fotocromáticos, mantener una alimentación equilibrada, controlar el peso y evitar el tabaquismo. También es importante no automedicarse con suplementos sin indicación médica, ya que algunas vitaminas en exceso pueden ser perjudiciales”, finaliza el Dr. Gerardo Arana.
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