lunes, 6 de octubre de 2025

 El envejecimiento, el sol y el estilo de vida influyen en la piel, pero con constancia y procedimientos certificados es posible mejorar la firmeza y retrasar la flacidez

 




Salud e
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 Casa.- La pérdida de firmeza en la piel es un proceso natural que suele comenzar a partir de los 30 años, y aunque depende en gran medida de la genética, el estilo de vida y los cuidados diarios juegan un papel fundamental.



La doctora Giulianna Berrocal, especialista del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma, explica que factores como el envejecimiento, la exposición solar, el estrés y la mala alimentación pueden acelerar este proceso, afectando la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, indispensables para mantener una piel joven y saludable.



Asimismo, la exposición continua a los rayos UV, las pérdidas de peso bruscas, el consumo de tabaco y alcohol, así como el estrés y la falta de sueño, contribuyen a que la dermis pierda elasticidad y tonicidad. Una dieta pobre en proteínas, vitaminas y antioxidantes también impacta directamente en la calidad de la piel, debilitando su capacidad de regeneración.



Hoy en día existen procedimientos mínimamente invasivos que permiten mejorar la tensión de la piel y estimular la producción de colágeno:



·         Radiofrecuencia: utiliza calor para favorecer la firmeza cutánea.

·         HIFU (Ultrasonido focalizado de alta intensidad): logra un efecto lifting sin cirugía.

·         Bioestimuladores como el ácido poliláctico o la hidroxiapatita de calcio: activan la producción natural de colágeno.

·         Microneedling con factores de crecimiento: favorece la regeneración celular.

·         Hilos tensores PDO: reposicionan la piel y estimulan colágeno.

·         Toxina botulínica y rellenos dérmicos: ayudan a suavizar arrugas y recuperar el volumen facial.



Recomendaciones para el cuidado diario de la piel

La especialista indica que la clave está en la constancia: usar protector solar todos los días, aplicar cremas hidratantes con ácido hialurónico o péptidos, llevar una dieta rica en antioxidantes, realizar actividad física y dormir lo suficiente.

Asimismo, se debe consultar con un médico especializado antes de iniciar cualquier procedimiento estético, evitar la automedicación y reportar antecedentes médicos o alergias.

De igual forma, recordar que la pérdida de firmeza de la piel no es un proceso irreversible. Con hábitos saludables, cuidados continuos y procedimientos realizados en centros médicos certificados, es posible recuperar elasticidad, lucir una piel más joven y, sobre todo, garantizar la seguridad y el bienestar del paciente.

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