Salud en Casa.- En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, expertos en nutrición oncológica alertan que los hábitos alimentarios tienen un rol decisivo en la prevención de esta enfermedad, que cada año afecta a más de 7,700 mujeres en el Perú. Según los especialistas, una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y productos integrales, junto con actividad física regular, podría disminuir hasta en un 30% las probabilidades de desarrollar cáncer de mama, incluso en mujeres con antecedentes familiares.
Según el
Ministerio de Salud, cada año se diagnostican en el país más de 7,700 nuevos
casos de cáncer de mama y cerca de 2,000 mujeres fallecen a causa de esta
enfermedad. Esto significa que 21 mujeres son diagnosticadas diariamente y
cinco pierden la vida por este tipo de cáncer.
El Dr.
Robinson Cruz, nutricionista clínico oncológico y presidente de la Asociación
Peruana de Nutrición Clínica Oncológica (ASPENCO), explica que “la alimentación
cumple un rol preventivo particularmente importante en el cáncer de mama,
incluso en mujeres con predisposición genética. Adoptar hábitos saludables
desde edades tempranas puede reducir significativamente el riesgo de
desarrollar la enfermedad”.
Estudios
recientes han confirmado que una dieta equilibrada, combinada con actividad
física regular y control del peso corporal, puede disminuir la probabilidad de
padecer cáncer de mama tanto en mujeres premenopáusicas como posmenopáusicas.
La acumulación de grasa corporal, por ejemplo, se asocia a un mayor riesgo y a
tumores más agresivos.
Tendencias
alimentarias y evidencia científica
Entre las
tendencias más destacadas se encuentran el incremento del consumo de alimentos
integrales, frutas y verduras, así como la reducción de ultraprocesados, los
cuales —según datos recientes— pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama
hasta en un 11% por cada 10% adicional de consumo.
La vitamina
D es otro componente de interés científico. Diversas investigaciones han
demostrado que mantener niveles adecuados en sangre se asocia a un menor riesgo
y una mejor supervivencia en mujeres diagnosticadas. En cambio, la deficiencia
de vitaminas C, E y del grupo B aún no ha mostrado evidencia concluyente.
Errores
comunes en la alimentación
A pesar de la creciente conciencia sobre la
alimentación saludable, aún persisten hábitos que elevan el riesgo:
- Exceso de alcohol:
incluso pequeñas cantidades incrementan la probabilidad de desarrollar
cáncer de mama, debido al contenido alcohólico más que al tipo de bebida.
- Fumar: los compuestos carcinógenos del tabaco
pueden alcanzar el tejido mamario, favoreciendo mutaciones celulares.
- Dieta rica en azúcares y grasas saturadas: incrementa la inflamación y el sobrepeso, ambos factores de riesgo
reconocidos.
- Sedentarismo:
reduce la masa muscular y altera el equilibrio hormonal, elementos clave
en la prevención.
Más allá
del plato: un enfoque integral
El cáncer
de mama tiene múltiples causas, algunas no modificables (edad, genética,
antecedentes familiares), pero hasta un 30% de los casos pueden prevenirse
mediante cambios sostenidos en el estilo de vida.
“Cuidar lo
que comemos es una forma concreta y diaria de reducir el riesgo. No se trata de
dietas restrictivas, sino de una alimentación consciente, variada y
equilibrada”, enfatiza el Dr. Cruz.
Sobre el
cáncer de mama
A nivel
mundial, el cáncer de mama representa un tercio de todos los casos de cáncer en
mujeres y es responsable del 15% de las muertes femeninas por cáncer. Aunque el
diagnóstico temprano ha mejorado las tasas de supervivencia, la prevención
sigue siendo la herramienta más poderosa frente a esta enfermedad.


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