Salud en Casa.- Ante la circulación del virus de la influenza A H3N2, subclado K, el Colegio Químico Farmacéutico del Perú (CQFP) hace un llamado a la población y a las autoridades sanitarias del Ministerio de Salud (Minsa) para fortalecer las medidas de prevención, el uso racional de medicamentos y una dispensación farmacéutica responsable, pilares fundamentales para reducir complicaciones y mortalidad asociadas a esta infección respiratoria.
Cabe recordar que el químico farmacéutico orienta al paciente sobre dosis, duración del tratamiento, posibles reacciones adversas e interacciones, contribuyendo a la adherencia terapéutica y a la prevención de complicaciones.
En el contexto de la influenza, la correcta dispensación de antivirales, antipiréticos y medicamentos de soporte, así como la derivación oportuna al médico cuando corresponde, resulta crucial para el control de la enfermedad y la protección de la salud pública.
Vacunas, vigilancia y educación sanitaria
El CQFP subraya que la vacunación anual continúa siendo la principal medida preventiva frente a la influenza, especialmente en grupos de riesgo como adultos mayores, niños pequeños, gestantes y personas con enfermedades crónicas. Los químicos farmacéuticos cumplen un rol estratégico en la cadena de conservación, almacenamiento y control de calidad de las vacunas, garantizando su eficacia y seguridad.
Automedicación y resistencia
El CQFP recuerda a la ciudadanía que informarse adecuadamente, evitar la automedicación y acudir a profesionales de la salud son acciones clave para enfrentar de manera responsable la Influenza A H3N2 subclado K.
Asimismo, advierte que uno de los principales problemas frente a brotes de influenza es la automedicación, en especial el uso inadecuado de antibióticos, los cuales no son efectivos contra el virus y favorecen la resistencia antimicrobiana.
A ello se suma la demanda desinformada de antivirales y antigripales, lo que puede generar desabastecimiento o un uso incorrecto de estos productos.
Desde la farmacia, se enfatiza la necesidad de prescripciones basadas en evidencia científica, vigilancia farmacológica y actualización permanente sobre los subclados circulantes, como el H3N2 subclado K, para una mejor toma de decisiones terapéuticas.

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