martes, 2 de diciembre de 2025

 

  • La sostenibilidad en los hospitales no solo implica proteger el entorno, sino también garantizar espacios más seguros para pacientes, personal médico y visitantes




Salud e
n Casa – Los hospitales enfrentan un doble desafío: mantener los más altos estándares de limpieza y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental de sus operaciones. Lograr ese equilibrio requiere innovación, control y una gestión responsable de los recursos. La sostenibilidad, en este contexto, no se limita al aspecto ambiental: también tiene un fuerte componente social, al promover la salud, la seguridad y el bienestar de las personas.



Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), Lima Metropolitana genera más de 23 000 toneladas de residuos biológicos y químicos procedentes de hospitales y clínicas cada año, de los cuales menos del 3 % se trata de forma adecuada. Esta cifra refleja la urgencia de implementar procesos de limpieza más sostenibles y seguros dentro del sector salud.


“Cada acción cuenta: reducir consumos, usar productos responsables o reforzar la capacitación del personal son pasos concretos hacia una gestión hospitalaria más segura y sostenible”, afirmó María Elena Iturrizaga, gerente de Limpieza y Medio Ambiente del Grupo EULEN Perú.


A continuación, cinco prácticas clave que están marcando la diferencia en la limpieza hospitalaria sostenible:





1. Reducir consumos sin afectar la calidad. Implementar programas de ahorro de agua y energía dentro de las rutinas de limpieza contribuye significativamente a la eficiencia operativa. Los sistemas de dosificación inteligente permiten usar la cantidad justa de productos químicos, evitando desperdicios y emisiones innecesarias.


2. Promover productos responsables. Trabajar con proveedores que ofrezcan insumos certificados (ecoamigables) ayuda a reducir la exposición a agentes tóxicos y favorece el uso de materiales biodegradables. Esto se traduce en un menor riesgo ambiental y una mayor seguridad para los equipos de limpieza y los pacientes.



3. Gestionar correctamente los residuos. Una clasificación rigurosa de los residuos hospitalarios —separando los peligrosos de los reciclables— permite un manejo más eficiente y minimiza los riesgos de contaminación. Además, eliminar gradualmente el plástico de un solo uso refuerza el compromiso con la economía circular.



4. Apostar por la innovación tecnológica. El uso de sensores y sistemas de monitoreo en tiempo real, permite verificar la efectividad de la limpieza y detectar puntos críticos de infección. Estas tecnologías facilitan la trazabilidad y el control en áreas críticas, optimizando recursos y resultados.



5. Invertir en capacitación especializada. Capacitar al personal en nuevas tecnologías, productos y medidas de bioseguridad garantiza la correcta aplicación de los protocolos y fortalece la cultura de prevención dentro de las instituciones de salud.

En un contexto donde la eficiencia y la salud están estrechamente ligadas, “apostar por la limpieza sostenible es invertir en el futuro: entornos más saludables, procesos más inteligentes y un impacto ambiental cada vez menor”, concluyó Iturrizaga.

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