martes, 16 de diciembre de 2025

 

   Muchos problemas en la glándula tiroidea se debe a falta de yodo en la alimentación y puede producir bocio, cretinismo y retraso mental en el desarrollo infantil.

 



Salud e
n Casa. - En los años 80s el Perú luchaba por salir de una profunda crisis económica y la salud pública enfrentaba una alta prevalencia de trastornos en la tiroides por deficiencia de yodo, especialmente en zonas rurales de la sierra y la selva, donde las consecuencias de esta carencia afectaba la salud física y el desarrollo cognitivo de la población infantil.

 

Por esos años el Ministerio de Salud creó el Programa Nacional para el Control el Bocio y el Cretinismo Endémicos, protegiendo de manera inmediata a la población más vulnerable, las mujeres embarazadas y los niños menores de 12 años, mediante la inyección de aceite yodado y más tarde promoviendo la producción y consumo de sal yodada en todos los hogares. El programa estuvo a cargo del Doctor Eduardo Pretell, destacado médico endocrinólogo peruano y referente internacional en el campo de la deficiencia de yodo y la salud pública.

 

Para facilitar y acelerar el diagnóstico del nivel de la deficiencia y la aplicación de medidas de prevención y tratamiento, se llevó a cabo  el novedoso proyecto “Tiroides Móvil”, que consiste en una vehículo equipado con personal médico entrenado en la evaluación de la tiroides por ecografía, que viaja de pueblo en pueblo examinando a la población infantil y colectando muestras de sal y orina  para el análisis de su contenido en yodo. Este proyecto abarcó las regiones de la sierra y la selva y luego se extendió a todos los países de Latinoamérica , con el aval de la Organización Panamericana de la Salud, UNICEF y el Consejo Internacional para el Control de la Deficiencia de yodo y el apoyo económico de la compañía de ciencia y tecnología Merck.

 

El eliminación del problema de la deficiencia de yodo en Perú se logró en 1996 y desde aquella oportunidad no se había realizado una intervención similar y hoy, con el aporte del desarrollo tecnológico y científico, el proyecto ha vuelto a ponerse en marcha con el nombre de “Tiroides Móvil 2.0”, con el objeto de evaluar la sostenibilidad del éxito alcanzado hace más de 25 años, dentro de un programa colaborativo entre Centro Nacional de Alimentación, Nutrición y Vida Saludable (CENAN) del Instituto Nacional de Salud y el Instituto de investigaciones de la Altura de la Universidad Peruana Cayetano Heredia con el apoyo del Iodine Global Network, organismo internacional para el control de la deficiencia de yodo, y de Merck Perú, nuevamente con la dirección del Dr. Pretell.

 

El “Tiroides Móvil 2.0” ya está en marcha, se inició a mediados del mes de octubre y culminará en diciembre. Los resultados obtenidos permitirán actualizar las políticas de salud para garantizar la permanente protección de la salud de la población previniendo las consecuencias de la deficiencia de yodo. Al mismo tiempo, demostrará la efectividad y el beneficio del esfuerzo multi institucional en favor de la salud pública, incorporando  estrategias de educación y sensibilización sobre la importancia del cuidado tiroideo, en especial para mujeres gestantes, quienes son más propensas a padecer trastornos de la tiroides, con consecuencias dañinas sobre el desarrollo fetal .

 

“Este proyecto nos permite continuar el legado del Dr. Pretell y contribuir activamente con la salud tiroidea en las regiones del país. Nuestro propósito es que más peruanos accedan a un diagnóstico temprano y gratuito, promoviendo la prevención y el bienestar integral”, señaló el Dr. Alejandro Beltrán, Medical Manager de Merck Perú.

 

UN LEGADO QUE CONTINÚA

 

Con esta nueva etapa, “Tiroides Móvil 2.0” reafirma un compromiso que combina investigación científica, educación en salud y acceso gratuito a diagnóstico médico, contribuyendo a prevenir enfermedades que afectan el desarrollo y la calidad de vida de miles de peruanos.

 

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