sábado, 22 de junio de 2013

Sus síntomas son tos persistente, respiración rápida, escalofríos, hundimiento de costillas, y silbido en el pecho. Su diagnóstico temprano evita complicaciones.
 
 
Por: Alexandra Flores Ponce

Diario El Popular.- “Es una de las principales causas de muerte en niños menores de dos años. La prevención es la mejor arma contra ella”, explica Edgar Ruiz, médico internista.


Es una afección respiratoria en la que hay una infección e inflamación del pulmón. Los síntomas son: tos, respiración rápida, hundimiento de costillas, fiebre, escalofríos, congestión nasal y silbido en el pecho al respirar.

Ruiz indica que ante las señales de alerta se debe acudir a un centro de salud más cercano para su detección y tratamiento oportuno.

Cómo prevenirla

1) La vacunación desde los 2 meses de edad contra el neumococo, principal causante de la neumonía, es una gran aliada de la prevención.

2) Controla que tu niño se lave las manos después de ir al baño, antes de ingerir los alimentos, así como después de estar en contacto con superficies sucias.

3) Desinfecta sus juguetes y cuida que no se metan a la boca objetos contaminados en espacios públicos.

4) Evita que el niño respire humos irritantes como el de la leña o tabaco (fumador pasivo).

5) Evita que tus hijos tengan contacto con objetos personales de algún portador de la enfermedad en casa.

6) Acude a sus controles del niño sano en un centro de salud de confianza.

7) Bríndale una buena alimentación a tu niño para que refuerces las defensas naturales de su organismo.

8) No le des baños con agua fría ni los saques al aire después del baño.

9) No lo mediques sin las indicaciones de un doctor.

Y trata a tiempo cualquier enfermedad respiratoria para evitar la neumonía.
 
Factores de riesgo
 
Los factores de riesgo más frecuentes son las infecciones respiratorias (asma, rinitis, tos persistente), bajo peso al nacer o bebés prematuros, ausencia de lactancia materna, vacunación incompleta, desnutrición en el niño. También hay factores ambientales como el cambio de estación (invierno), mala higiene, contacto con enfermos y contaminación por el humo del cigarrillo.
 
¿Cómo se contagia y cuál es el tratamiento?
 
La neumonía se contagia a través de la tos y los estornudos de una persona enferma. Sin embargo, también es causada por bacterias y hongos en el medio ambiente.

El tratamiento depende del germen que la cause. El paciente debe pasar una inspección física y una radiografía pulmonar. La neumonía bacteriana responde muy bien al antibiótico adecuado.

Mientras, la neumonía causada por un virus requiere el control de la temperatura del niño y una buena hidratación.

La tos también merece un tratamiento adecuado, sin embargo, no conviene cortarla ya que debe expulsar todas las secreciones causadas por la enfermedad y otros síntomas que puedan aparecer.

Los tratamientos deben ser recomendados por un especialista médico.
 

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