La infertilidad es un trastorno muy recurrente en la población y una de las causas de depresión y conflictos en la pareja.
RPP Noticias.- La infertilidad es una de las mayores frustraciones en una relación que puede afectar emocionalmente a la pareja, ¿cómo superarla o qué otras alternativas existen al respecto?
Si hay un deseo mayor en todo hombre y mujer cuando decide unirse, es dar inicio a la formación de una familia con la llegada de los hijos. Convertirse en padre y madre es uno de los acontecimientos más importantes en su vida, una suerte de realización personal como pareja y seres humanos.
Hay parejas que primero optan por conocerse mejor, culminar sus estudios y proyectos personales, realizarse económicamente, así como disfrutar de la relación para, luego, dependiendo de las metas que se han trazado, planificar la llegada de los hijos.
¿Qué ocurre cuando los cónyuges están preparados para la llegada de los hijos y estos no llegan, sobre todo por razones de índole biológico? La infertilidad es un trastorno muy recurrente en la población y la causa directa de muchos conflictos en la relación, siendo la depresión uno de los síntomas más evidentes.
La imposibilidad de tener hijos es un acontecimiento de estrés y frustración en la vida de toda mujer, ya que afecta su proyecto de vida, generándole conflictos emocionales, además de las presiones sociales y familiares que envuelven este problema.
En estos casos, la pareja se vuelve vulnerable y pueden intentar culparse uno al otro porque el ansiado momento no llegue todavía o debido a factores externos, como no tener la privacidad necesaria por vivir en casa de los padres o de algún familiar.
Al respecto, especialistas en reproducción asistida señala que la infertilidad puede afectar psicológicamente a la persona, semejante al que tiene una persona que padece una enfermedad terminal.
Las consecuencias emocionales de este deseo frustrado de no poder tener hijos son ansiedad, rabia, aislamiento, culpa, que se agudizan a medida que los exámenes médicos confirman la infertilidad.
Hoy en día la ciencia médica está muy avanzada y muchas parejas han visto renacer sus esperanzas con diversos tratamientos de fertilidad asistida a los que se han sometido, siendo los resultados bastante óptimos.
En estas situaciones, es importante que la pareja busque la orientación profesional necesaria y vean todas las opciones que tienen para procrear. Otra alternativa es recurrir a la adopción; para ello existen centros administrados por el Estado, como el Inabif, donde pueden volcar todo su amor en un niño o niña que también está a la espera de un hogar y del amor de unos padres que lo protejan.
Si hay un deseo mayor en todo hombre y mujer cuando decide unirse, es dar inicio a la formación de una familia con la llegada de los hijos. Convertirse en padre y madre es uno de los acontecimientos más importantes en su vida, una suerte de realización personal como pareja y seres humanos.
Hay parejas que primero optan por conocerse mejor, culminar sus estudios y proyectos personales, realizarse económicamente, así como disfrutar de la relación para, luego, dependiendo de las metas que se han trazado, planificar la llegada de los hijos.
¿Qué ocurre cuando los cónyuges están preparados para la llegada de los hijos y estos no llegan, sobre todo por razones de índole biológico? La infertilidad es un trastorno muy recurrente en la población y la causa directa de muchos conflictos en la relación, siendo la depresión uno de los síntomas más evidentes.
La imposibilidad de tener hijos es un acontecimiento de estrés y frustración en la vida de toda mujer, ya que afecta su proyecto de vida, generándole conflictos emocionales, además de las presiones sociales y familiares que envuelven este problema.
En estos casos, la pareja se vuelve vulnerable y pueden intentar culparse uno al otro porque el ansiado momento no llegue todavía o debido a factores externos, como no tener la privacidad necesaria por vivir en casa de los padres o de algún familiar.
Al respecto, especialistas en reproducción asistida señala que la infertilidad puede afectar psicológicamente a la persona, semejante al que tiene una persona que padece una enfermedad terminal.
Las consecuencias emocionales de este deseo frustrado de no poder tener hijos son ansiedad, rabia, aislamiento, culpa, que se agudizan a medida que los exámenes médicos confirman la infertilidad.
Hoy en día la ciencia médica está muy avanzada y muchas parejas han visto renacer sus esperanzas con diversos tratamientos de fertilidad asistida a los que se han sometido, siendo los resultados bastante óptimos.
En estas situaciones, es importante que la pareja busque la orientación profesional necesaria y vean todas las opciones que tienen para procrear. Otra alternativa es recurrir a la adopción; para ello existen centros administrados por el Estado, como el Inabif, donde pueden volcar todo su amor en un niño o niña que también está a la espera de un hogar y del amor de unos padres que lo protejan.
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