En caso de presentarse alguna fuga radiactiva de los
combustibles nucleares el edificio que
alberga el RP10, este actúa como barrera la presión negativa, impidiendo la
salida de material radiactivo a la atmósfera.
Salud en Casa.- Ante el temor de que podamos sufrir un posible sismo de mayor
intensidad al ocurrido en Chile, muchos vienen realizando campañas de
sensibilización pero lamentablemente en el Centro Nuclear de Huarangal, desde
hace meses no se efectúa simulacros de
una posible fuga radioactiva, alertó el físico nuclear Rolando Paucar Jauregui y
presidente del Instituto de Investigación para la Energía y el Desarrollo (IEDES).
“El centro nuclear que alberga al único reactor de potencia
RP10 está construido para soportar un terremoto de gran intensidad, los
combustibles de uranio utilizados para el funcionamiento del RP10 por el grado
de quemado no requieren un enfriamiento adicional, basta con mantenerlos en una
piscina con agua. No obstante se debe tener previsto acciones ante cualquier
evento que genere pérdida de agua refrigerante”, precisó.
De acuerdo al experto, en caso de presentarse alguna fuga
radiactiva de los combustibles nucleares
el edificio que alberga el RP10, este actúa como barrera la presión negativa,
impidiendo la salida de material radiactivo a la atmósfera. “En este caso es
muy importante que se mantenga la presión atmosférica negativa bajo la
alimentación eléctrica externa o con grupos electrógenos de emergencia. Si esto
falla, es posible que exista fuga radiactiva, pero jamás igual al de una
central nuclear por su pequeño inventario de uranio”.
No se ha aprendido nada
desde Fukushima
A comparación de la central nuclear de Fukushima,
nosotros contamos con una pequeña parte de material radioactivo, sin embargo, sí está
considerado en los estudios de seguridad un evento con fuga de radiación que
involucra a un grupo crítico, o sea a la población aledaña.
“A raíz de los sucedido en Japón la organización
institucional de su sistema nuclear fue duramente cuestionada porque su órgano
regulador y fiscalizador se encontraban fusionados lo mismo sucede en el Perú
con el Instituto Peruano de Energía Nuclear(IPEN ),que es el explotador de los
dos reactores nucleares y también es el fiscalizador. Esa organización es
contraria a la cultura de seguridad que el Organismo Internacional de Energía
Atómica (OIEA) recomienda para este tipo de instalaciones”
Para Rolando Paucar el órgano regulador (IPEN) debe exigirse
a sí mismo, es decir, al centro nuclear (IPEN), la realización regular de
simulacros de emergencias nucleares en los que participen activamente la
población aledaña.
“Adicionalmente a ello es obligación del IPEN realizar
continuamente mediciones de la cantidad de radiación en aire, agua suelos,
plantas, etc. De esta manera se puede verificar si se mantiene la línea base
ambiental. Lo que no sabemos ahora es si lo están haciendo o no. La última vez
que estuve con los vecinos del Centro Poblado de Huarangal, población aledaña
al Centro Nuclear, me comentaron que hace años no han tomado muestras del agua
que ellos beben”, agregó.
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