viernes, 4 de abril de 2014


En caso de presentarse alguna fuga radiactiva de los combustibles nucleares  el edificio que alberga el RP10, este actúa como barrera la presión negativa, impidiendo la salida de material radiactivo a la atmósfera.

Salud en Casa.- Ante el temor de que podamos sufrir un posible sismo de mayor intensidad al ocurrido en Chile, muchos vienen realizando campañas de sensibilización pero lamentablemente en el Centro Nuclear de Huarangal, desde hace meses no se efectúa  simulacros de una posible fuga radioactiva, alertó el físico nuclear Rolando Paucar Jauregui y presidente del Instituto de Investigación para la Energía y el Desarrollo (IEDES).

“El centro nuclear que alberga al único reactor de potencia RP10 está construido para soportar un terremoto de gran intensidad, los combustibles de uranio utilizados para el funcionamiento del RP10 por el grado de quemado no requieren un enfriamiento adicional, basta con mantenerlos en una piscina con agua. No obstante se debe tener previsto acciones ante cualquier evento que genere pérdida de agua refrigerante”, precisó.

De acuerdo al experto, en caso de presentarse alguna fuga radiactiva de los combustibles nucleares  el edificio que alberga el RP10, este actúa como barrera la presión negativa, impidiendo la salida de material radiactivo a la atmósfera. “En este caso es muy importante que se mantenga la presión atmosférica negativa bajo la alimentación eléctrica externa o con grupos electrógenos de emergencia. Si esto falla, es posible que exista fuga radiactiva, pero jamás igual al de una central nuclear por su pequeño inventario de uranio”.

No se ha aprendido nada desde Fukushima

A comparación de la central nuclear de Fukushima, nosotros  contamos  con una pequeña parte  de material radioactivo, sin embargo, sí está considerado en los estudios de seguridad un evento con fuga de radiación que involucra a un grupo crítico, o sea a la población aledaña.

“A raíz de los sucedido en Japón la organización institucional de su sistema nuclear fue duramente cuestionada porque su órgano regulador y fiscalizador se encontraban fusionados lo mismo sucede en el Perú con el Instituto Peruano de Energía Nuclear(IPEN ),que es el explotador de los dos reactores nucleares y también es el fiscalizador. Esa organización es contraria a la cultura de seguridad que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) recomienda para este tipo de instalaciones”

Para Rolando Paucar el órgano regulador (IPEN) debe exigirse a sí mismo, es decir, al centro nuclear (IPEN), la realización regular de simulacros de emergencias nucleares en los que participen activamente la población aledaña.

“Adicionalmente a ello es obligación del IPEN realizar continuamente mediciones de la cantidad de radiación en aire, agua suelos, plantas, etc. De esta manera se puede verificar si se mantiene la línea base ambiental. Lo que no sabemos ahora es si lo están haciendo o no. La última vez que estuve con los vecinos del Centro Poblado de Huarangal, población aledaña al Centro Nuclear, me comentaron que hace años no han tomado muestras del agua que ellos beben”, agregó.

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