sábado, 5 de abril de 2014

Diario Ojo.- Las parrillas, horneados y papas fritas son una irresistible tentación. Pero alerta con su consumo.
 
Según la nutricionista Slovenia Ulloa Acuña, del portal Salud en Casa, al consumir frituras se ingiere, sin saber, una sustancia cancerígena llamada acrilamida que se presenta en la cocción de alimentos ricos en almidón (carbohidratos) a altas temperaturas.

'La acrilamida se relaciona con la producción de cáncer, daños a nivel neuronal e inclusive con la infertilidad masculina. Las mujeres con los niveles más altos de grasas trans tienen el doble de probabilidades de sufrir cáncer mamario, comparadas con las que tienen niveles menores', advierte la experta.

 

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