miércoles, 30 de abril de 2014

Especialistas dijeron a El Comercio que el problema del transporte exalta el estrés y la frustración. Recuerda algunos casos
 
RENÉ ZUBIETA @renezp

 Redactor de Sociedad
 
El Comercio.- Cuando se habla del transporte público y sus problemas, o se suscitan incidentes al interior de las unidades, lo más común es que se culpe directamente a los prestadores del servicio: conductores y cobradores. Sin embargo, hay ocasiones en que los usuarios son quienes protagonizan algunos sucesos reprochables en esta Lima ya agobiada por el deficiente servicio de ese sector y por el tráfico en las calles.
 
Los últimos días, se han visto varios casos de discusiones airadas e incluso violencia al interior de unidades de transporte, incluido el Metropolitano, sus buses y estaciones. ¿Pero qué factores desencadenan estas actitudes?
 
ESTRÉS, AGRESIVIDAD Y FRUSTRACIÓN
El psiquiatra Aitor Castillo, ex presidente de la Asociación Psiquiátrica Peruana, explicó a El Comercio que el factor básico es el estrés causado por el tráfico, el apuro de los pasajeros y las condiciones de los vehículos, que muchas veces también demoran en circular o llegar a los paraderos y están copados.
 
“En Lima somos muchos millones de habitantes y hay estudios que demuestran que en la medida en que en un mismo espacio haya más población, los niveles de agresividad aumentan”, comentó.
 
Entre los otros factores se encuentran incluso los niveles de enfermedades mentales y el consumo de alcohol y drogas. “Hay estadísticas que indican que aproximadamente hasta el 40% de la población peruana tiene algún tipo de enfermedad mental”, apuntó el también profesor principal del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
 
Asimismo, los actos de frustración y poca tolerancia suelen presentarse rápidamente en las personas cuando estas han tenido reiteradas experiencias similares con anterioridad. “Yo le llamaría una sensibilización del sistema nervioso ante el estrés y la frustración”, concluyó.
 
PRESIONADOS POR EL TRÁNSITO
A juicio de Luis Quispe Candia, especialista en transporte y presidente de la ONG Luz Ámbar, tanto transportistas, como pasajeros se sienten presionados por el problema del tránsito en la ciudad y sus estados de ánimo colisionan.
 
“El pasajero quiere llegar a su destino, recibe maltrato del cobrador y quiere viajar dentro de márgenes de seguridad. El conductor pone música a alto volumen, corretea por más pasajeros, porque quiere juntar más dinero para pagarle el dueño, echar combustible y obtener ganancias. Entonces, enerva el estado de ánimo de los pasajeros. Por tanto, estos están predispuestos a actuar ante cualquier hecho en su contra, y reaccionan con ira y descontrol”, manifestó.
 
MUY POCOS PEATONES PAGAN MULTAS
En tanto, respecto a las infracciones de peatones a las normas de tránsito, Quispe Candia consideró que no solo se debería incidir en las sanciones económicas y hacerlas efectivas con papeletas, sino que también se tendrían que aplicar otras modalidades, como cursos de educación vial obligatorios y servicio social fiscalizando vías principales en principio para ir generando costumbre.
 
“Por la información que se tiene, la policía ha impuesto 27 mil papeletas a los peatones, pero solamente han pagado 700 personas desde que se inició (la aplicación) en noviembre del 2010 hasta mediados del 2013”, reveló respecto a las sanciones para los peatones contempladas en el Reglamento Nacional de Tránsito vigente.
 

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