domingo, 8 de junio de 2014

Cuidado. Esta enfermedad produce una fuerte contracción de los dedos contra la palma de la mano. La mayoría de casos son hombres cuyas edades superan los 40 años. Entre los factores de riesgo están los trabajos repetitivos y forzosos. 
 
Diario La República.- Ella tenía poco más de 65 años cuando le diagnosticaron la enfermedad de Dupuytren. Hoy las manos de Marina Magán sufren. Dedos contraídos, heridas en las palmas y una fuerza que supera cualquier intento por no dañarse. 


A esto se suma que tiene serios problemas para movilizarse. Si bien se apoya de un bastón para lograrlo, la situación se agudiza cuando necesita usar lo más débil de su cuerpo.

Hace ocho años que a Magán  le explicaron en qué consistía la también denominada contractura de Dupuytren, una enfermedad inflamatoria que ataca –de manera exclusiva– a las manos. "No es un problema muy frecuente. Es degenerativo y progresivo. Lo más importante es el tratamiento temprano", indica José Proaño, médico reumatólogo del hospital nacional Cayetano Heredia.

Detalla que si bien aún no tiene un origen establecido, se sabe que este mal afecta a más  hombres que a mujeres. En la mayoría de casos, las edades superan los cuarenta años.

 El Dupuytren no permite flexionar o extender los dedos debido a que inmoviliza los tendones que permiten estas funciones. ¿Cómo así? Un tejido (aponeurosis palmar superficial) ubicado entre la piel y los tendones se endurecen. Los primeros dedos afectados son el anular y el meñique. "Este tejido es semejante al de los tendones; sin embargo, no es una tendinitis", aclara.

Las personas con mayor riesgo son aquellas con trabajos repetitivos que usen la fuerza como el uso de maquinaria pesada. También los que tienen antecedentes de diabetes, mal hepático o tiroideo, y epilepsia, precisa Proaño. La historia familiar puede ser determinante en algunos casos.

¿Cómo identificarlo?
El traumatólogo del hospital Almenara, Marco Rebata, indica que una señal de alerta es la imposibilidad de extender completamente los dedos de las manos. "La mayoría se acerca cuando ya están contraídos", asegura. Otra evidencia es la aparición de nódulos en las palmas. Estas protuberancias no generan dolor.
Si bien la enfermedad de Dupuytrén puede llegar a inmovilizar los tendones que flexionan los dedos, el tratamiento juega un papel fundamental en mejorar la funcionalidad de las estructuras.

Especialistas indican que las cirugías y los métodos como las infiltraciones permiten controlar el problema. A esto se suma el uso inicial de la terapia física y antinflamatorios.

PIDEN REPROGRAMACIÓN
Hace 5 años que Marina Magán, paciente del hospital Rebagliati (Essalud), intenta operarse de esta enfermedad.

Ante las postergaciones, falta de reactivos y reprogramación de citas, recién el 26 de abril logró completar las 10 pruebas de riesgo quirúrgico necesarias; sin embargo, la intervención ha sido programada para el 6 de agosto. 

"Hasta esa fecha, los exámenes vencerían", explica su hija Ángela Hernández. Esto obligaría a someterse –por tercera vez– a los exámenes y comenzar desde cero. Ella pide que se reprograme para junio. Ha enviado misivas a la presidencia de Essalud y la Defensoría del Asegurado. Mientras tanto, su madre continúa esta larga y dolorosa espera. 

Marina espera demasiado

Ángela Hernández, hija de la señora Marina, ha enviado cartas a varias instituciones, entre ellas la Defensoría, y medios periodísticos, pero no recibió ayuda.

En la misiva que le entrega a la presidenta de EsSalud, Virginia Baffigo, le recuerda que hace 5 años su mamá viene intentando ser operada del mal de Dupuytrem.

Desde enero hasta el 26 de abril concluyó todas sus pruebas, pero la han citado... el 6 de agosto. Es decir, se volvería a repetir por tercera vez lo que en otras ocasiones: las pruebas se vencerían y debería empezar otra vez su larga espera.

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