sábado, 7 de junio de 2014

Por: Milagros Laura
Diario Trome.- Si bien la misión del sistema inmunológico es defendernos del ataque de microorganismos infecciosos, hay ocasiones en que se debilita y pierde la ‘batalla’.

El nutriólogo Gerardo Bouroncle indica que las señales de alarma de un cuerpo con defensas bajas son la aparición de vesículas en los labios, boca reseca, un cansancio mayor del habitual, heridas que tardan en cicatrizar, dolores musculares sin haber practicado ejercicio o fragilidad del cabello; todos estos signos delatan que las defensas de nuestro organismo están bajas.
Aunque lo ideal sería evitar hábitos y situaciones que puedan debilitarnos, una alimentación adecuada también puede ayudarnos a reforzar el sistema inmunológico, que nos protege de bacterias, virus y otros organismos patógenos.
GRASAS NATURALES
Una dieta demasiado calórica es perjudicial para el funcionamiento del sistema inmunológico. Está demostrado que el consumo excesivo de grasas saturadas reduce las defensas, aumentando así el riesgo de infecciones. Por esta razón, las personas obesas se enferman varias veces a lo largo de su vida.
No obstante, es importante reconocer que existen grasas saludables para el organismo como aquellas que se encuentran en los pescados, la linaza, los frutos secos y en los aceites de oliva y girasol. También se recomienda consumir con regularidad productos lácteos enriquecidos con bacterias útiles como los probióticos, que contribuyen al incremento de las defensas.

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