miércoles, 25 de junio de 2014

El fútbol está entre los deportes de contacto que con mayor frecuencia causan contusiones, al igual que el fútbol americano, rugby, hockey sobre hielo y waterpolo.
Diario La República.- En casi todos los deportes se pueden producir lesiones. En el fútbol, como era de esperarse, estas se localizan principalmente en las piernas de los jugadores. Evidencias científicas producidas por el Centro de Investigación y Evaluación Médica de la FIFA, F-MARC –en 15 años de estudio de medicina del fútbol– señalan que las lesiones más frecuentes sufridas por los futbolistas son cuatro. En primer lugar están las lesiones en los tobillos. Los esguinces de tobillo son las lesiones más habituales en el fútbol y se producen cuando la planta del pie se flexiona hasta dañar los ligamentos de la parte exterior del tobillo. Los síntomas y signos son hinchazón, dolor e incapacidad de poner todo el peso del cuerpo sobre el pie.

Luego figuran las lesiones en las rodillas. Una de las más graves que se puede sufrir en este deporte es el desgarro del ligamento anterior cruzado de la rodilla. Oirá un chasquido o crujido de la rodilla en el momento de la lesión. Tendrá dolor, hinchazón, incapacidad para enderezar completamente la rodilla y la sensación de que está suelta o inestable. Se recomienda un tratamiento similar al anterior.
Otro tipo de lesión son las que se dan en los isquiotibiales, que son los músculos situados en la parte posterior del muslo. Aparecen como resultado de los cambios de velocidad y de los movimientos bruscos. Para lesiones en tobillo, rodilla y músculos isquiotibiales, se recomienda aplicar el protocolo de protección: reposo, hielo, compresión y elevación.
Finalmente están las lesiones en la cabeza, quizás las más preocupantes. Aquí, lo  más importante será descartar la presencia de una conmoción. Puede causar confusión o desorientación temporal o espacial momentánea, o provocar dolor de cabeza, mareos, náuseas e inseguridad o pérdida del equilibrio.
Existen varios elementos que pueden predisponer a un futbolista a lesionarse. Están los factores intrínsecos, relacionados con el propio deportista, como su estado nutricional o el adecuado equilibrio entre electrolitos y sales. La sudoración –nos explican especialistas del portal tulesiondeportiva.com– origina pérdida de líquidos y sales en el organismo. Los músculos van perdiendo elasticidad al perder hidratación, por lo que tras un ejercicio prolongado aumentan las probabilidades de sufrir una lesión muscular, desde el típico pinchazo o tirón, hasta la rotura muscular grave. Si existen reservas adecuadas de energía en el músculo (glucógeno), las probabilidades de lesión son menores. 
También hay factores extrínsecos, que no dependen directamente del deportista, como el estado del campo de juego, el contexto competitivo, e incluso las propias dinámicas de los entrenamientos. Tenga en cuenta que el futbol está entre los deportes de contacto que con mayor frecuencia causan lesiones.
 

Claves

Lesiones. Las más comunes suelen ser las contusiones musculares y los esguinces en las articulaciones. 
Incidencia. Afortunadamente, las lesiones más graves son extremadamente raras, siendo la mayoría de carácter leve. 
Prevención. La alimentación del futbolista es un aspecto fundamental que debe ser atendido tanto en los períodos de entrenamiento, como en los de competición.

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