lunes, 11 de agosto de 2014

Por: Mariela Celis
Diario Trome.- Educar a un perro no quiere decir darle muchos besos y permitirle muchos caprichos sin exigir nada a cambio. “Cuidado, consentir demasiado a la mascota puede generar serios problemas de conducta en el animal”, alerta el entrenador de canes de Mastercan.net, Ronald Custodio.

El experto dice que querer al animal no es besarlo, cargarlo todo el día, ni permitirle travesuras y malos comportamientos. Al contrario, es darle afecto cuando respete las reglas de convivencia en casa y demuestre ser equilibrado, dándole así un adiestramiento adecuado.
“El perro no responde igual que las personas al trato humano. Ante demostraciones excesivas de amor, este jamás asociará a su dueño como ‘bueno’, sino como ‘débil’ y hará sus actividades sin la guía de un líder”, señala. Desobediencia, timidez, hiperactividad, estrés y hasta agresividad son algunas de las consecuencias que desencadena la actitud permisiva del amo. “Lo peor es que muchos de ellos acaban en la calle, porque se convierten en verdaderos perros problema”, remarca.
A DARLE SU LUGAR
Custodio resalta que el can es un animal terrestre, por tanto, no hay necesidad de cargarlo a cada instante. Debe tener un espacio propio para dormir que no sea la cama ni el sofá del amo. “Con brindarle lo necesario y ofrecerle cariño como recompensa a su buena conducta será suficiente”, recalca.


0 comentarios:

Publicar un comentario