sábado, 11 de octubre de 2014


La mayoría de los casos son arrojos clandestinos, como sucede en zonas de Villa El Salvador o del Callao.

Salud en Casa.- Uno de los principales problemas de contaminación de calles, avenidas, playas y riberas de los ríos es el que ocasiona el arrojo de residuos de la construcción en todo el país. Esto afirmación la hizo Arturo Alfaro Medina, presidente de la ONG VIDA, como resultado de las jornadas de limpieza de ecosistemas acuáticos que vienen realizando en diversos lugares del país.

“Como ejemplo  encontramos la gran cantidad de basura marina recogida en la playa Carpayo del Callao, de la cual se obtuvo  un aproximado de 70 toneladas de maderas, plásticos, alfombras, y otros residuos provenientes del arrojo de desmontes en las playas y acantilados de Magdalena y San Miguel. Igual situación se ha observado en playas de Villa El Salvador, Huanchaco en La Libertad y otras localidades de la costa peruana. Cuando no pueden arrojar los residuos en las playas los dejan en las avenidas o terrenos descampados, exponiendo la salud de la población y ocasionando un costo a los municipios que luego tienen que recoger estos residuos” señaló.

Según el especialista, el problema no está solo en las playas, se ha podido observar a nivel nacional el arrojo de estos residuos en las cuencas de los ríos Chili, Amazonas, Urubamba, Rímac, Cieneguilla, Mantaro, Yauli, entre otros, ocasionando el deterioro de los ecosistemas acuáticos, la reducción del cauce del agua con riego de desborde e inundación, y que los residuos luego lleguen al mar generando mayor basura marina.

“Esto sucede porque falta un mayor control por parte de las municipalidades de las actividades de demolición y transporte de los escombros. Las unidades de serenazgo de las municipalidades deberían de realizar un seguimiento de los volquetes o camiones que ingresan y circula por su distrito y evitar que arrojen su carga en cualquier lado, y menos aún en playas o riberas de los ríos.

De acuerdo a Arturo Alfaro, la mayoría de los casos son arrojos clandestinos, como sucede en zonas de Villa El Salvador o del Callao, pero hay casos donde este arrojo de residuos de la construcción ha sido autorizado o consentido como es el caso de Magdalena y San Miguel. Como es conocido en estos distritos los alcaldes permitían que ingresen cientos de volquetes todos los días para que arrojen de mogo informal e ilegal estos residuos.

“Para solucionar el problema de las constructoras es que mientras no se establecen las escombreras oficiales sus residuos los deben de llevar a los rellenos sanitarios lugares autorizados para residuos conforme lo establecen ce las leyes y reglamentos vigentes. Para el caso de los pequeños generadores de residuos de la construcción domésticos, los municipios deberían de establecer lugares de acopio cobrando al vecino por el servicio de acopio y posterior disposición final en lugar autorizado. El generador de los residuos debe pagar por su disposición final, agregó.

 

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