lunes, 27 de octubre de 2014

Diario Trome.- Seguir al pie de la letra el viejo consejo de ‘desayuna como rey, almuerza como príncipe y cena como mendigo’ lleva al error de iniciar su día con una copiosa comida. Más, si tenemos el ‘calentado’ del día anterior a base de arroz, frijoles o un guiso acompañado de un huevo frito.
 
“Cuando decimos que el desayuno es un alimento importante, nos referimos a la calidad de nutrientes y no a comer en exceso”, advierte el médico nutriólogo Gerardo Bouroncle McEvoy, al recordar que por la mañana el organismo está en ayuno y debe ponerse en funcionamiento con elementos energizantes y de fácil digestión. 
Afirma que “comer mucha grasa o comida del día anterior provocará no solo una mala digestión, sino que también disminuirá nuestro rendimiento por la mañana, no tendremos energía para trabajar y subiremos de peso”.
 
Un desayuno adecuado debe incluir todos los grupos alimentarios que necesitamos para ponernos en actividad, tales como proteínas, carbohidratos, vitaminas, minerales y grasa útil.
 
Bouroncle aconseja -en las mañanas- un cereal como pan, frutas, avena, salvado de trigo, leche, queso o yogur, y una proteína como un huevo o un embutido de baja grasa.

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