miércoles, 18 de febrero de 2015

Para proteger a sus hijos de muchas de las enfermedades más comunes en verano, es importante brindarles una adecuada alimentación en sus primeros años de vida.
Diario La República.- Las altas temperaturas y la exposición incontrolada al sol pueden ocasionar –principalmente en los niños– diversas enfermedades que, si no se detectan a tiempo, podrían ser perjudiciales para la salud. Son muchos los agentes externos que pueden causar daños en sus hijos, si no se toma la correcta y adecuada prevención.

Según el doctor Justo Padilla, pediatra de la Clínica Javier Prado, las enfermedades más comunes en esta época del año son las diarreas agudas infecciosas, la deshidratación, las enfermedades de la piel, las infecciones respiratorias, la conjuntivitis infecciosa, las alergias, entre otras.
Alguno de los factores y causantes de desarrollar estas enfermedades en el verano están vinculados a la ingesta de alimentos que se descomponen con mayor facilidad. Asimismo, la visita a piscinas y playas contaminadas, así como el incremento de la sudoración, predisponen a problemas de piel.
En este sentido, los padres de familia deben de brindar a sus hijos una adecuada nutrición o lactancia materna. La leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos, porque aporta todos los nutrientes que necesitan y los protege de enfermedades frecuentes, como la diarrea y la neumonía. Los niños más propensos a padecer de enfermedades, en esta época de intenso calor, son los menores de 1 año, que no reciben lactancia materna, y aquellos que no han sido inmunizados. No solo eso, una reciente investigación de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), dio a conocer tres nuevos beneficios de la leche materna, hasta ahora no conocidos. Los resultados de este estudio indican que la lactancia materna en la dieta del hijo –durante los primeros meses de vida– tiene una influencia positiva en la composición, la diversidad y la estabilidad del microbioma intestinal, que es el conjunto de microorganismos vivos que habitan en el intestino. Este ecosistema microbiano se adquiere durante y poco después de nacer.
Los investigadores aseguran que este triple beneficio permite preparar el vientre del bebé para los alimentos sólidos y proteger de problemas estomacales. Además, influye en la capacidad de transición de la leche a los alimentos sólido y puede tener efectos favorables en la salud a largo plazo.
Al respecto, Giovanni Casafranca, ginecobstetra de la Clínica OncoGyn, comenta que el microbioma está en formación durante los primeros meses, y asegura que es fundamental el consumo de la leche materna, ya que ayuda a la maduración y la proliferación de la flora intestinal y previene las infecciones estomacales.
Por todo ello, se sugiere acudir periódicamente al pediatra para la evaluación del niño sano, práctica que ha demostrado ser muy eficiente en la prevención y detección temprana de enfermedades.
CLAVES
Enfermedades. Las más comunes en verano son: diarreas agudas infecciosas, deshidratación, enfermedades de la piel, infecciones respiratorias, conjuntivitis infecciosa y alérgicas.
Protección. Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.) reveló que la composición del microbioma puede afectar la capacidad del bebé para digerir los alimentos en corto plazo y potencialmente influir en la salud a largo plazo.

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